Macron contra Le Pen: lo que dicen realmente sus programas y sus dos visiones de Francia

Ilustración de Macron y LePen
Ilustración de Macron y LePen
Carlos Kindelan
Ilustración de Macron y LePen

Emmanuel Macron y Marine Le Pen compiten por lo mismo, pero lo hacen con programas que no tienen demasiadas similitudes. Ambos se vuelven a ver las caras el próximo 24 de abril como ya lo hicieron en 2017, en un cara a cara por ver quién ocupa el Elíseo los próximos cinco años. Uno representa la continuidad, y mezcla en sus propuestas guiños a izquierda y derecha, con medidas de corte progresista pero también haciendo hincapié en temas como la seguridad o la lucha contra el islamismo radical. La otra busca un cambio de su otrora traje de extremista e incluye medidas sociales, prioriza la economía y da un par de puntos a los territorios de ultramar. Pero no olvida eso de "los franceses primero". ¿Cómo son realmente los programas electorales de Macron y Le Pen?

Inmigración e integración

El mensaje de Emmanuel Macron busca un equilibro entre paliar el descontento que genera y al mismo tiempo tratar de ofrecer algo nuevo después de cinco años en el cargo. Ya no es un desconocido. Macron quiere realizar una reforma del Espacio Schengen e impulsar la integración de los extranjeros a través de un examen de francés. Así, propone expulsar del país a quienes creen problemas de orden público y tomará medidas contra el islamismo radical, algo en lo que coincide con su contrincante.

Marine Le Pen, en su idea por abandonar el extremo, quiere hacer creer que ahora prioriza los asuntos sociales y la economía. Cierto es que ocupan un espacio importante en su programa, pero mantiene la mayoría de sus banderas más extremas que ya estaban en 2017. Por ejemplo, quiere que los "nacionales" tengan prioridad sobre los extranjeros para acceder a los puestos de trabajo y a las ayudas sociales, además de disponer de un plan "para erradicar las ideologías islamistas" en el país.

Sanidad y educación

La sanidad también ocupa un espacio importante para el presidente. Macron promete chequeos gratuitos a los 25, los 45 y los 50 años, un plan para la salud mental así como tener "hospitales más humanos", con menos burocracia y un repositorio público de medicamentos. Además, incluye el desarrollo de la industria médica en Francia. En lo que se refiere a la infancia, que es el primer capítulo del programa electoral, incluye un control parental para vigilar el acceso de los menores a las redes sociales, además de las mejoras en educación con más horas de matemáticas y de lengua, una formación profesional de excelencia y más plazas en la enseñanza pública.

Esto tiene relación directa en su programa electoral tanto con la jubilación como con el impulso a la Francia rural. Macron promete bonificar a quienes alarguen su carrera profesional y además quiere aumentar la pensión mínima hasta los 1.100 euros mensuales. Otro punto es el desarrollo de un programa de servicio a domicilio, al tiempo que promete mejorar la accesibilidad. En cuanto a la dependencia, el programa del presidente recoge la contratación de 50.000 enfermeros, enfermeras y asistentes hasta 2027, al tiempo que se desarrollará un programa de asistencia en el duelo, con psicólogos y facilidades burocráticas para las familias en caso de defunción.

Menos burocracia

En la parte de medidas sociales destaca un "plan para facilitar el acceso educativo" a los niños en situación de vulnerabilidad. Da especial importancia también a la iniciativa ciudadana. Ese es un pilar del programa de RN: quitar poderes a la Asamblea Nacional y al Gobierno al tiempo que se da más peso a los referéndum. El peso nacionalista se ve también en otra medida que pasa por obligar a los restaurantes y bares a usar un 80% de productos franceses. Asimismo, su plan para la sanidad pasa por una inversión de 20 millones de euros en el inicio de la legislatura, así como reducir la burocracia.

Macron quiere "simplificar la vida" de los franceses con más fibra óptica para las provincias, además de mejorar los servicios y las infraestructuras y de 'unificar' también la burocracia entre regiones. El presidente ha consolidado su poder en las ciudades, pero lejos de ellas tiene que canalizar el descontento social. El empleo y el poder adquisitivo son dos grandes preocupaciones para los ciudadanos y propone mayor inversión en las familias, con la reducción de la edad real de jubilación (65 años), un plan de inserción laboral, y guarderías gratuitas para los niños menores de tres años.

Reindustrialización, seguridad y ayudas sociales

La reindustrialización es un punto en común entre Macron y Le Pen de cara al 24 de abril. En particular, el todavía inquilino del Elíseo propone financiar los pequeños proyectos que se lancen y habla de una "tercera revolución agrícola" y una nueva estrategia marítima, además de prometer inversiones "para crear el metaverso europeo". También 'compite' con Le Pen en materia de migración y seguridad. El mandatario quiere "una ciudadanía más activa", sobre todo en el caso de los jóvenes, que además son los más abstencionistas.

Le Pen quiere bajar los impuestos a los productos energéticos y crear además un cheque de formación de entre 200 y 300 euros, así como un complemento salarial para los estudiantes que estudien y trabajan a la vez, siempre y cuando aprueben todas sus asignaturas. Otra de sus medidas 'estrella' es la eliminación del impuesto de sucesiones, así como algunos casos del impuesto de donaciones. El programa de Le Pen, por otra parte, propone establecer la presunción de legítima defensa en caso de uso de armas de fuego por parte de las fuerzas de orden público.

Dos visiones de Francia en el mundo

La candidata promete también la creación de un ministerio para la lucha contra el fraude (algo que se contrapone con que su formación haya sido condenada por ello en el pasado), así como otro específico para la mar y para los territorios de ultramar. Le Pen añade además mayor inversión en Defensa, sin que eso choque -al menos a nivel programático- con su idea de sacar a Francia del Mando Aliado de la OTAN ni con su oposición a la actual UE, que quiere sustituir por "una alianza de naciones". Además, aboga por mantener buenas relaciones con la Rusia de Putin. Además, aboga por poner barreras la mercado único europeo y cuestiona, por ejemplo, la Política Agraria Común. Algunas de sus propuestas son, de hecho, contrarias a los Tratados de la UE. 

Frente a ella, Macron es un firme defensor de una mayor integración en la UE, con avances hacia un Ejército europeo y propuestas hacia una mayor inversión en digitalización y transición ecológica, que son dos grandes pilares de la Comisión Europea para el corto y medio plazo.

¿Y ante la 'atracción' de los votantes de Mélenchon? Hay algunos puntos en común en los programas de ambos, aunque en el fondo no sean parecidos. Mélenchon quiere una "Francia no alineada" y fuera de la OTAN, igual que la candidata de RN. Además, ambos son escépticos con la UE. A nivel más concreto, son partidarios de subir las pensiones y limitar la subida de los carburantes. En cuanto a la jubilación, Mélenchon propone reducirla a los 60 años mientras Le Pen se niega a aumentar esa edad, ahora situada en los 65, aunque sitúa algunas excepciones muy contadas. La candidata habla de dar ventajas fiscales a las madres solteras y abolir los impuestos directos a la herencia para familias de bajos ingresos y de clase media. Coinciden además en equilibrar el ecologismo y la apuesta por la reindustrialización de Francia, al tiempo que buscan 'revitalizar' el mundo rural.

¿Qué dicen los expertos?

Arsenio Cuenca, doctorando en el EPHE y colaborador en El Orden Mundial, explica a 20minutos que Le Pen "esa imagen de moderación también la ha trasladado al programa electoral", pero avisa de que es algo ficticio. "En el momento en el que vas un poco más allá del discurso ves que Le Pen se ha adaptado a los tiempos que corren, pero de una forma coyuntural. No porque esté comprometida con la moderación, sino porque a día de hoy hay temas que no se pueden defender y que te convertirían en un paria político como le ha pasado a Zemmour", añade el analista.

"No es la candidata de la gente a la que preocupa el poder adquisitivo, que es lo que se está tratando de decir", prosigue Cuenca, que quiere matizar tópicos o elementos que se han ido comentando estas semanas: "Macron no es el candidato de los ricos ni Le Pen las de las clases populares, de hecho ella incluye bajadas de impuestos a las grandes rentas". En definitiva, Le Pen recurre, por ejemplo, "a antiguas recetas neoliberales para controlar la inflación".

Le Pen no es la candidata de la gente a la que preocupa el poder adquisitivo, que es lo que se está tratando de decir

El experto considera necesario ir al fondo de las propuestas de la candidata de RN en lugar de quedarse en la superficie. "Es un programa que no habla del paro o de las ayudas sociales", y además "no es para nada un programa social ni mucho menos de izquierdas", sentencia Cuenca. "A nivel de discurso ha hecho un esfuerzo de oratoria para aparentar ser moderada, pero cuando se suelta empieza a hablar de asimilación, como hace Zemmour, o de prohibir el velo islámico en los espacios públicos. No hay una distinción clara a nivel teórico de lo que es el islamismo y de lo que es el islam", cita como muestra de que la Le Pen de 2022 se parece bastante a la de 2017 pese a sus intentos por parecer más presidenciable.

Por otro lado, Javier Carbonell, profesor asociado en SciencePo, sostiene que Macron tampoco se encuentra en una situación idéntica a la de hace cinco años. "Sí hay desgaste y a la vez no. Se ha afianzado el grupo electoral fuerte de Macron, porque era el grupo que más claro tenía que iba a votar. Es la parte más movilizada, porque suele ser el grupo de electores que van siempre a votar", explica. Para él, la visión sobre Macron "ha empeorado mucho entre el electorado de izquierdas".

"La estrategia de Macron era girarse a la derecha para 'comerse' a Los Republicanos y más o menos lo ha conseguido", continúa Carbonell. Sobre el presidente apunta que "antes era un personaje nuevo y no creaba grandes animadversiones ni grandes fidelizaciones. Ahora eso ha cambiado". ¿Y su programa? "Es un programa escorado a la derecha y lo que está haciendo es hablarle a la izquierda con el lenguaje de la derecha. El método es totalmente de derechas. Esto sabemos, hay evidencias de ello, que no funciona", comenta el profesor.

Macron antes era un personaje nuevo y no creaba grandes animadversiones ni grandes fidelizaciones. Ahora eso ha cambiado

Carbonell va directamente a las recetas, por ejemplo las económicas. "Esa tesis de reducir gasto sigue siendo atractiva porque hay una clara desafección y desconfianza con el Estado, con los políticos. Mejor que tenga yo el dinero a que lo tengan los políticos. Macron juega con esta teoría que le funciona muy bien con su electorado", reconoce, al tiempo que aventuraba, antes de la campaña, otro Macron: "Me esperaba que su planteamiento para el electorado de izquierdas fuera más inteligente porque es un liberal pragmático. Es capaz de girar a la izquierda, pero en general su alma es liberal".

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