La diplomacia se estanca y las armas vuelven a resonar en Ucrania al comienzo de la "gran batalla" del Donbás

Un hombre camina por una biblioteca bombardeada en la ciudad de Chernígov.
Un hombre camina por una biblioteca bombardeada en la ciudad de Chernígov.
EFE/EPA/SERGEY DOLZHENKO
Un hombre camina por una biblioteca bombardeada en la ciudad de Chernígov.
Las fuerzas ucranianas han opuesto una fuerte resistencia y Occidente ha impuesto amplias sanciones para obligar a Rusia a retirar sus fuerzas.
ATLAS

La matanza de Bucha, el bombardeo de Kramatov, los hallazgos de nuevas fosas comunes y las acusaciones publicas entre rusos y ucranianos, agitan el fantasma de un conflicto que podría volverse crónico. El fracaso de las negociaciones se hace cada día más patente. La conquista de las regiones separatistas del Donbás acapara ahora toda la atención de la tropas rusas, que en las últimas horas han bombardeado varias posiciones estratégicas ucranianas. Por su parte, Kiev asegura estar "lista para una gran batalla" en el este, que podría haber empezado ya, mientras acusa a Rusia de haber realizado más de 5.500 casos de crímenes de guerra.

Después de una intensa noche de bombardeo en Dnipro, en el este del país, el Ejército ruso ha anunciado este domingo la destrucción de la sede del batallón Dnepr. Según el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, general Igor Konashenkov, este ataque se ha producido tras la llegada de "refuerzos de mercenarios extranjeros" a esta zona.

El aeropuerto de esta región, fronteriza con el Donbás, también ha sido objeto de los bombardeos. "Ya no queda nada de él en pie. El propio aeropuerto y la infraestructura cercana han quedado destruidos. Y los misiles siguen volando", dijo el gobernador ucraniano de la región de Dnipropetrovsk, Valentin Reznichenko.

Las autoridades rusas han afirmado haber atacado en las últimas 24 horas un total de 86 instalaciones militares de Ucrania, algunas de ellas en las inmediaciones del Donbás para evitar las contraofensivas. Entre ellas se encuentran dos puestos de mando, dos depósitos de municiones, tres depósitos de combustible, tres instalaciones de sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, así como 49 puestos reforzados y almacenes de equipo militar.

Ucrania da por iniciada la ofensiva

Según fuentes ucranianas, la ofensiva final en el Donbás ha comenzado. Tropas rusas estarían ya intentando romper las líneas ucranianas, envolviéndolas desde la región de Járkov al norte, la ciudad portuaria de Mariúpol al sur y la región de Lugansk al este del Donbás.

"Han comenzado a apretarnos con mucha fuerza desde el sur y también desde el norte. El plan de cercar nuestras fuerzas lo intentan llevar a cabo por todas partes", afirmó este domingo Oleksii Arestóvich, asesor presidencial ucraniano.

Arestóvich ha admitido que Rusia cuenta con más fuerzas que el Ejército ucraniano. Según las imágenes vía satélite de Maxar, un convoy ruso de unos 12 kilómetros de largo ha cruzado la frontera y se dirige hasta Járkov. "Veremos cómo acaba esto, todo se decidirá en el campo de batalla", ha dicho el asesor ucraniano.

En esta ofensiva participarán también las tropas que fueron retiradas de Kiev, Chernígov y Sumi hace dos semanas. Para apoyar este avance terrestre las fuerzas rusas podrían comenzar a bombardear con más intensidad la región del Donbás, según pronostica el jefe de la Administración Militar de Lugansk, Serguéi Gaidai

"Eso se prolongará durante varias horas en los territorios de Donetsk y Lugansk, y entonces comenzarán a avanzar con un gran número de tanques e infantería", afirmó el líder local.

"El objetivo de la agresión rusa no se limita a Ucrania"

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha advertido en un nuevo mensaje a sus ciudadanos y a la comunidad internacional que "la agresión rusa no tenía el objetivo de limitarse sólo a Ucrania, sólo a la destrucción de nuestra libertad y nuestras vidas. Todo el proyecto europeo: ese es el objetivo para la Federación Rusa".

Los acercamientos que Rusia y Ucrania han mantenido desde el mes de marzo se han estancado en la última semana. Por su parte, Rusia exige el desarme de Ucrania, su renuncia a la entrada en la OTAN y el cese de cualquier intento para reconocer su soberanía sobre Crimea y las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk.

Por el momento, únicamente uno de esos puntos, el de la renuncia a la OTAN, ha sido aceptado por Ucrania. El resto de aspectos continúan inamovibles, y las acusaciones mutuas sobre la responsabilidad de las matanzas a civiles deterioran los escasos avances.

El asesor presidencial ucraniano y negociador jefe de las conversaciones de paz con Rusia, Mijailo Podoliak, ha reconocido este domingo que Zelenski y Putin solo aceptarán reunirse tras la ofensiva rusa del Donbás: "Ucrania siempre está lista para una gran batalla. Tenemos que ganarla, particularmente en Donbás. Después de eso, tendremos una posición negociadora más fuerte, que nos permitirá dictar ciertas condiciones".

"Después de eso, los presidentes se reunirán, pero eso podría tardar entre dos y tres semanas", ha indicado Podoliak. El encuentro solicitado por Zelenski para abordar las peticiones territoriales rusas en Crimea y el Donbás no ha recibido respuesta por parte de su homologo ruso. "Hoy, Ucrania no tiene más remedio que sentarse a la mesa de negociaciones", ha declarado Zelenski.

5.600 casos constitutivos de crímenes de guerra

Mientras tanto, la Fiscalía de Ucrania ha reconocido este domingo al medio británico Sky News estar estudiando cerca de 5.600 casos de incidentes constitutivos de crímenes de guerra cometidos por Rusia desde el 24 de febrero. 

La fiscal general del país, Irina Venediktova, coloca como sospechosos a más de 500 altos cargos políticos y militares rusos. Para la fiscal, Putin es el "principal criminal de guerra del siglo XXI", aunque reconoce que es la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional la que debe imputarle. "Casi todas las regiones de Ucrania han sido bombardeadas y contamos con muchos datos concretos de cada región y cada ciudad", ha declarado.

Venediktova ha denunciado también el ataque con misiles de este viernes a una estación de tren en la ciudad de Kramatorsk como crímen de guerra: "Estas personas solo querían salvar sus vidas, querían ser evacuados. Eran mujeres, eran niños y solo querían salvar sus vidas". Por su parte, Rusia acusa a Ucrania de la autoría del ataque, alegando que ellos no suelen usar ese tipo de proyectiles. Este bombardeo ha dejado por el momento cincuenta muertos y más de un centenar de heridos.

El Kremlin ha negado la comisión de crímenes de guerra y acusa al Ejército ucraniano de atacar a su propia población. 

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