El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insiste en que la autonomía del Sáhara Occidental ofrecida por Marruecos es la solución "más viable" y justifica el cambio de postura de España, que ha abrazado la oferta de autonomía saharaui, en que "había que desencallar" un conflicto que lleva "estancado" 46 años. No obstante, ha negado que haya dado un "giro" en la relación con el gobierno marroquí, asegurando que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero ya "abrazó" la propuesta de autonomía en 2007, cuando fue presentada. 

"Se abre una ventana de oportunidad para solucionar el conflicto", ha señalado el presidente desde la tribuna del Congreso de los Diputados, donde comparece este miércoles para tratar, entre otros menesteres, el acuerdo con Marruecos que se conoció hace semanas tras publicar el reino marroquí la carta enviada por Sánchez al rey Mohamed VI en la que reconocía como la "más viable" la propuesta de autonomía sobre el Sáhara Occidental y que cabreó a todo el arco parlamentario. Por las formas (la carta la dio a conocer Marruecos) y por el contenido, ya que las formaciones de izquierdas criticaron que se "abandonase" al pueblo saharaui.

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Eso sí, Sánchez ha asegurado que "no hay desinterés" en la situación de los saharauis, cuyas autoridades, ha remarcado el mandatario, deberán refrendar la solución que se acuerde. "Todo ello, bajo el marco de la ONU", ha añadido el presidente, aunque Naciones Unidas sí mencionan la posibilidad de que se celebre un referéndum que el Gobierno español no menta.

En este sentido, Sánchez ha negado en varias ocasiones que su decisión suponga un "giro" en la relación de España con Marruecos, sino que es "un paso más" en la solución a un problema que se remonta a 1976. "Es un paso más en un camino que se inició hace 14 años", ha asegurado el presidente, declarando que ya Zapatero acogió la propuesta en 2007 y que ahora cuenta ya una alineación internacional, pues Francia, Alemania y los Estados Unidos la aprueban. No así Argelia, el otro país implicado, que ha decidido llamar a consultas a su embajador en Madrid.

Pide "unidad": "¿Qué más tiene que pasar?"

En su primera intervención, que se ha alargado durante más de una hora, el presidente ha insistido decenas de veces en una cosa: la unidad. "Es un tema de enorme complejidad y les pido a ustedes que valoren esa complejidad", ha dicho sobre el Sáhara. Pero no solo, sino que también ha pedido esa "unidad" en la respuesta a la crisis derivada de la guerra en Ucrania, cuyas principales medidas ha presentado en la Cámara Baja sin, eso sí, detallar ninguna nueva. Se ha limitado pues a hacer un repaso de los anuncios que hoy recoge el Boletín Oficial del Estado: limitación de un 2% de la subida del alquiler, ayuda de 20 céntimos por litro de carburante o prohibición de despedir. “Pandemia, volcán, incendios, tormentas de nieve y hasta de arena… ¿Qué más tiene que pasar para que respondamos unidos?”, ha añadido el presidente.