Vox sube el listón de sus exigencias al PP en Castilla y León pero Mañueco busca primero otras alianzas

  • García-Gallardo exige al menos la misma cuota que Ciudadanos en 2019 y derogar la ley de violencia de género y el decreto de memoria democrática.
  • ​El presidente castellanoleonés y candidato a la reelección se abre a los partidos de la España vaciada e incluso al PSOE antes que a Vox.
El candidato de Vox a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo; y el líder del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
El candidato de Vox a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo; y el líder del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
EUROPA PRESS
El candidato de Vox a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo; y el líder del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

"Si alguien quería que el PP gobernara en solitario o que le regaláramos los votos al PP, que hubiera votado al PP". Juan García-Gallardo, candidato de Vox a la presidencia de Castilla y León, dejó claro este lunes a los 'populares' la viabilidad de sus intenciones para formar un gobierno al margen de Vox tras las elecciones del domingo. Unas aspiraciones desgranadas por la mañana en diversas entrevistas por el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y Alfonso Fernández Mañueco, presidente en funciones y ganador de los comicios, en las que desdeñaron la oferta en caliente del líder de Vox, Santiago Abascal, de pactar un gobierno de coalición con García-Gallardo como vicepresidente.  

Las pretensiones de Vox son, en principio, antagónicas a las formuladas por García Egea y Mañueco. Esta último expuso su preferencia por intentar otras vías de negociación, tratando de sumar con los partidos de la España vaciada e, incluso, con el PSOE. 

"Tenemos el derecho y el deber de integrar el próximo de Castilla y León", consideró García-Gallardo, quien, con un procurador más (13) que Ciudadanos en 2019, exige como mínimo una reedición del pacto que llevó a los 'naranjas' a tener la vicepresidencia y cuatro consejerías en la Junta de Castilla y León. "El voto de un votante de Vox no vale menos que el de Ciudadanos", advirtió.

Pero no es la única de las condiciones. El candidato de Vox, que no ha entrado en el baile de consejerías, también impone como requisito derogar las "políticas de izquierdas" en la comunidad autónoma, en referencia a normas como la Ley de Violencia de Género o el Decreto de Memoria Histórica.

La resaca electoral, por tanto, estuvo lejos de la lógica aritmética esperable al asomarse a los resultados electorales. Y desde temprano, García Egea fue el primero en rehusar la ecuación de un gobierno de concentración porque, a su juicio, "las fórmulas de gobiernos de coalición no están siendo satisfactorias y no están sirviendo a la gente como se merece". El número dos del PP subrayó que el primer paso que dará su partido, ya adelantado por Mañueco el domingo una vez confirmada la victoria, consistirá en una ronda de contactos con todas las fuerzas parlamentarias.

García Egea deslizó, además, en clara referencia a Vox, que "si alguien bloquea un gobierno bueno en Castilla y León, cada uno tendrá que responder de sus actos y de sus votos". García-Gallardo recogió más tarde el guante de este apercibimiento moral contestando que "no tiene nada que hablar" con el número dos del PP al no presentarse a las elecciones. Sí con Mañueco, aunque crea "que prefiere hablar antes con el PSOE". Aunque movido por otros influjos, en la misma línea se manifestó Mañueco al defender la autonomía del partido que preside a nivel regional, rechazando cualquier injerencia desde Génova: "Quien va a llevar la negociación es el PP de Castilla y León".

Mañueco, por su parte, insistió en la línea abierta por García Egea, la de un gobierno exclusivo del PP con la posibilidad de explorar otras vías de negociación: o bien contando con los partidos de la llamada España vaciada -Soria Ya (3 diputados), Unión del Pueblo Leonés (3) y Por Ávila (1)- o, incluso, con el PSOE.

"Claro que lo contemplo, por supuesto", afirmó acerca de un posible entendimiento con los socialistas, a los que sondeará para ver "cuál es la voluntad del PSOE y la capacidad de llegar a un acuerdo". 

La vía del PP recoger las reivindicaciones de los partidos de la España vaciada arrojaría una suma total de 38 procuradores, es decir, a tres escaños de los 41 que marcan la mayoría absoluta. Una estrategia en la que sería fundamental una abstención de Vox o de los diputados socialistas. Ambas parecen descartadas.

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