La jueza de Instrucción número 1 de Elche investiga, en colaboración con la Policía Nacional, el asesinato de una pareja que fue encontrada sin vida y enterrada el pasado domingo en el Barranco del Grifo, a las afueras de la ciudad.

Las víctimas son una hombre y una mujer, de quienes todavía se desconoce la identidad, pero tienen señales de haber sido asesinados. En el caso del hombre, hay evidencias de tortura, según adelanta Levante. La hipótesis principal es que se trata de un doble asesinato por un ajuste de cuentas.

Los dos tenían las manos inmovilizadas con grilletes, aunque la mujer estaba esposada por delante y el hombre, por detrás de la espalda. Ambos también tenían los ojos y la boca cubiertos con cinta americana, y él presenta fracturas en la mandíbula y otros huesos, lo que hace sospechar que hubo tortura.

Los cuerpos los encontró un vecino durante un paseo, que se topó con restos óseos el pasado domingo y avisó a la Policía Local. La primera patrulla confirmó que parecían ser huesos humanos.

Tras llamar a las fuerzas de seguridad, los agentes de la Policía Nacional dieron con un segundo cráneo y más huesos, que fueron exhumados en presencia de un médico forense del Instituto de Medicina Legal de Alicante por orden del juzgado de guardia de Elche.

En la operación han participado efectivos de la Comisaría General de la Policía Científica, de Madrid, con el objetivo de identificar los cadáveres y aclarar las causas del fallecimiento.

De momento, se estima que el crimen se pudo cometer hace unos tres años, probablemente entre el verano de 2019 y principios de 2020, antes de la pandemia.

Según el primer examen, por parte del forense, en el lugar donde la pareja ha sido encontrada, confirman que se trata de una mujer de 1,60 metros y de un hombre de alrededor de 1,80, probablemente entre 25 y 40 años. Se espera confirmar la identidad mediante pruebas de ADN.