Las intervenciones de los agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación del primero de los tres asaltos perpetrados en el entorno de Pedrola (Zaragoza) por la 'Banda del Badoo', web de contactos de la que se servían para captar a sus víctimas, han señalado de forma insistente a los miembros del grupo como responsables de los hechos. La pulsera localizadora de uno de los acusados ha sido clave para comprobar algunas pesquisas.

Así se ha evidenciado en la reanudación del juicio por el primero de los asaltos perpetrados por la banda, la noche del 26 de julio, contra un inmigrante rumano que se desplazó en su vehículo, un Renault Clío rojo, atraído hasta la zona de Gallur por una de las integrantes del grupo que ofrecía a través de la página de contactos relaciones sexuales para engañar a sus víctimas.

Las pruebas que apuntan a la participación de los acusados, un marroquí residente en Pedrola de 35 años y su pareja, una mujer venezolana de 34, y un supuesto cómplice que participó en el primero de los asaltos, han sido detalladas por el teniente de la Unión Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que intervino en los hechos a partir del tercer asalto de la banda, el asesinato de un empresario de Getxo (Vizcaya).

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Ha explicado en su intervención que poco después de desplazarse a Aragón, su grupo comprobó que la forma de operar utilizada en el asesinato era la misma que la utilizada en los dos asaltos cometidos anteriormente en el entorno de Pedrola.

La venta, a través de una página de compraventa, del Mercedes de alta gama en el que se había desplazado el empresario vasco permitió dirigir las pesquisas contra el marroquí y su pareja, domiciliados en una nave de reparación de vehículos en Pedrola.

Según ha comentado, las personas que contactaron en dos ocasiones en la zona de un aparcamiento de una superficie comercial para llevar a cabo la venta reconocieron, "sin ningún tipo de dudas", a los dos sospechosos.

En su comparecencia, el investigador ha detallado que el caso tomó impulso a raíz de la intervención del comandante de puesto de Pedrola, que al ver las fotos obtenidas por la UCO de las cámaras de seguridad de la superficie comercial reconoció al ciudadano marroquí al tener vigente una orden de alejamiento de su expareja por malos tratos.

Ha destacado que el análisis de la tarjeta SIM de la pulsera localizadora que debía de llevar el sospechoso permitió verificar los movimientos que había realizado en las horas en las que se produjeron los tres asaltos. El análisis le situaba en dichos lugares.

Según recoge el Heraldo de Aragón, un mando de la UCO ha explicado que la pulsera fue decisiva para localizar también el lugar donde la pareja había dado sepultura al asesinado. Sin embargo, los detalles de cómo se produjo el hallazgo del cuerpo, 20 días después del crimen, serán tratados por los especialistas de la UCO la semana que viene cuando se celebre una segunda vista con jurado para enjuiciar estos hechos, por los que se piden a los encausados un total de 58 años de prisión.

En el registro practicado en el taller de los acusados, los agentes localizaron los restos de un Renault Clío rojo desguazado cuyo número de bastidor correspondía con al vehículo de la primera víctima, así como un Mercedes gris similar al que aseguró haber visto en el entorno de donde había quedado con la mujer.

En el interior de este último vehículo, el agente ha explicado que fue localizada la llave del Clío desguazado, así como documentación a nombre de la víctima, cuyo teléfono móvil también fue hallado en una zona del taller habilitada como vivienda.

Este investigador también ha relatado que el análisis de la IP del perfil de Badoo utilizado para atraer a la primera víctima hasta Gallur evidencia que fue creado en el referido taller de Pedrola un día antes por el acusado marroquí y que fue cerrado poco después de ocurridos los hechos.

Tras la comparecencia de los distintos investigadores de la Guardia Civil que intervinieron en el caso, el tribunal ha suspendido la sesión hasta este jueves, cuando se pondrá fin a este primer juicio a la banda tras la intervención de los peritos judiciales y los informes de las acusaciones y defensas.