La modelo húngara Greta Gila fue acusada de narcotráfico en Italia y pasó 74 días en prisión, aunque posteriormente quedó probado que fue encarcelada injustamente y ahora reclama al Estado italiano 100.000 euros de compensación, reveló este martes su abogado.

La vida de la modelo, ganadora del miss Hungría en 2018, se vio perturbada en marzo de 2019 cuando una compañera de trabajo que se dirigía a Japón con ella para una sesión de fotos fue retenida en el aeropuerto romano de Fiumicino tras encontrarle 11 kilos de cocaína en la maleta y durante el interrogatorio dijo que la droga era para Gila.

La joven de 24 años, que en ese momento se encontraba en un hotel cercano al aeropuerto antes de coger el mismo vuelo hacia Japón, fue arrestada por tráfico internacional de estupefacientes, aunque "no había ningún motivo", explicó el abogado de Gila, Massimiliano Scaringella.

La modelo fue encarcelada en la prisión de Civitavecchia, cercana a la capital, donde pasó 74 días hasta que su abogado logró atenuar la medida cautelar permitiéndole salir de la cárcel con la condición de presentarse ante la policía judicial.

El error fue "la superficialidad de la primera investigación de los agentes policiales" y no la posterior realizada por los jueces, que la absolvieron en diciembre de 2019 por el "carácter infundado del delito", según Scaringella.

El abogado subrayó que "es muy importante ser prudente cuando se hacen las investigaciones".

Gila regresó a su país algún tiempo después, con su carrera de modelo arruinada, y ahora reclama 100.000 euros de compensación al Estado italiano por el tiempo pasado en la cárcel y los daños psicológicos de esta experiencia.

"No es una cantidad suficiente para compensar el estrés y el miedo que sufre una persona que es encarcelada injustamente", puntualizó el abogado.

El próximo 22 de febrero el Tribunal de apelación de Roma deberá decidir si acepta indemnizar a la modelo con esta cantidad que, según su abogado, "no es justa porque no es posible cuantificar el trauma".

Aún así, Scaringella asesguró que, para el sistema italiano, es una "cantidad adecuada", ya que normalmente la suma indemnizable por cada día de encarcelamiento son poco más de 200 euros.