La acusada del asesinato de la niña Desirée dice no recordar qué pasó esa noche: "Yo nunca le haría nada a mi hija"

La madre de Dersirée, en el juicio.
Ana Sandamil, la madre de Dersirée, en el juicio.
EFE
La madre de Dersirée, en el juicio.

Ana Sandamil, madre de Desirée Leal, la niña de 7 años asesinada el 3 de mayo de 2019, ha contado este lunes en la Audiencia Provincial de Lugo, que acoge el primer día del juicio por el crimen de la pequeña del que es la única acusada, que no tiene presente nada de lo sucedido: "Yo no recuerdo hacerle daño a mi niña".

La mujer, que se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza y se enfrenta a una condena de prisión permanente revisable, ha dicho, a preguntas del Ministerio Fiscal, y en varias ocasiones, que no recuerda haberle hecho "nada" a su hija y que el día de autos lo que pensó es que la pequeña se había caído de la cama en la que ambas dormían juntas e intentó hacerla volver en sí, al ver que no reaccionaba.

"La cogí, la puse en la cama e intenté reanimarla, apretándole en el pecho, la barriga, soplándole en la boca... y no respondía".

La madre sí tomo el medicamento

No ha sabido responder la procesada al motivo por el que había salpicaduras de un fármaco antidepresivo (Trazodona) en el cabecero de la cama, en la pared de la habitación y en una mesita, y ha dicho que ella ingirió esas pastillas en cuanto vio que la menor no reaccionaba después de ir a avisar a su madre, María, abuela de la cría, de que algo le había pasado a la chiquilla.

Después, ha dicho Ana Sandamil, en un momento llorando, que ella sí ingirió esa medicación, que no recuerda quién le recetó, para acabar con su vida.

"Mi vida no tenía sentido", "lo que siempre quise era una niña", "yo nunca intoxicaría a mi hija, es lo que más quería en el mundo", "mi madre me hizo vomitar", "yo cuento la verdad, es lo que me recuerdo", han sido sus expresiones.

La acusada ha avanzado que contestará a las preguntas de todas las partes personadas en esta vista oral.

Ha subrayado que no estaba obsesionada con el padre de Desirée, José Manuel Leal, "ni de coña", y que no actuó movida por el móvil de hacerle daño.

Además de Fiscalía, en el caso también están personados como acusación particular el padre de la niña, José Manuel Leal, y como popular la Fundación Amigos de Galicia.

El padre de Desirée: "No volveré a ser la persona que era"

José Manuel Leal, padre de la niña Desirée, asesinada hace tres años presuntamente por su madre, ha contado este lunes, a las puertas de la Audiencia Provincial de Lugo, donde se celebrará el juicio, que no volverá a ser "la persona que era", confesión que ha hecho tras la pancarta: '¡Quiero saber toda la verdad. Justicia para Desirée!'.

En declaraciones a los medios de comunicación, José Manuel Leal se ha mostrado totalmente destrozado por la muerte de su hija y ha dicho que su vida se ha visto “truncada para siempre” a causa del crimen.

“Yo ya no volveré a ser la persona que era, eso desde luego”, ha compartido el padre, quien espera que se aclaren en el juicio, que se prolongará hasta el próximo 14 de febrero, las circunstancias en las que su hija perdió la vida y que la culpable, que “presuntamente fue la madre”, pague por lo que hizo.

En ese sentido, ha comentado que “en una vivienda en la que aparece una niña de siete años, brutalmente asesinada, con la boquita deshecha, tuvieron que ser las personas que convivían con ella, alguna de ellas. Doy por hecho, lo dicen las investigaciones, que presuntamente fue la madre”.

Y ha lamentado también Leal “todo lo que queda por delante”, porque “esto no termina” aquí. “Aunque judicialmente terminara, que lo dudo, mi mente y mi vida se han visto truncadas para siempre. Yo ya no volveré a ser la persona que era, desde luego”.

"Una persona así no puede estar con la gente"

Destrozado también se ha visto al abuelo de la pequeña, José Luis Leal. “La muerte de la niña no se paga con nada, pero por lo menos esperamos que salga una condena de prisión permanente revisable, que es lo máximo que podemos pedir”, ha afirmado.

Con respecto a la madre de Desirée, ha subrayado que “una persona así no puede estar con la gente”.

“Es muy duro todos los días. Nosotros tenemos muchas fotos en la casa, con nosotros. Es muy duro. De hecho, no llego a dormir cinco horas cada noche, seguidas, desde lo sucedido. Esta noche ya no dormí nada. Tomo pastillas, estamos viendo a psicólogos, pero a mí no me hacen nada. Estoy muy mal”, ha reconocido el abuelo de la niña.

“Desde ese día se truncó nuestras vidas. Ahora esperamos que se haga justicia”, ha concluido

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