Macron, el mediador ¿inesperado? en la crisis de Ucrania: encadena llamadas con las partes e irá a Moscú y Kiev

Imagen de archivo de Emmanuel Macron.
Imagen de archivo de Emmanuel Macron.
EFE
Imagen de archivo de Emmanuel Macron.

La agenda de Emmanuel Macron está llena y su teléfono echa humo. Se puede calificar de ambición, de estrategia o de olfato político, pero lo cierto es que el presidente francés quiere un papel protagonista en muchos frentes. Uno de ellos es, sin duda, la crisis en torno a Ucrania. En ella, Macron ha asumido la función de mediador, no solo de palabra sino también con hechos, pues durante las últimas semanas ha encadenado varias llamadas -hasta cuatro- con Vladimir Putin y otras tantas con el líder ucraniano, Volodimir Zelenski.

El Kremlin destacó que se ha tratado -sobre todo en la última llamada- de un "diálogo sustantivo con el objetivo de desarrollar garantías legales a largo plazo para garantizar la seguridad de Rusia" y por su parte, Zelenski destacó el "diálogo continuo" con Francia"sobre cómo contrarrestar los desafíos de seguridad e intensificar el proceso de paz dentro del formato de Normandía". Dejó claro, además, que ambos acordaron "más pasos conjuntos para mantener la estabilidad de Ucrania y mejorar la cooperación financiera y económica".

Ese círculo y esa apuesta por el diálogo y la desescalada quiere cerrarlos Macron con un viaje tanto a Moscú como a Kiev para que la siguiente reunión con las partes sea presencial. De hecho, el lunes se verá con Putin y el martes con Zelenski. Ha asumido incluso un perfil incluso más relevante que el del presidente estadounidense, Joe Biden, que hasta ahora ha delegado las labores de diplomacia en su secretario de Estado, Anthony Blinken. Putin, por su parte, se ha reunido en los últimos días con el premier húngaro, Viktor Orbán, y con su homólogo chino, Xi Jinping. La pregunta es: ¿es Macron un mediador inesperado en la crisis en torno a Ucrania?

Macron, con muchos frentes abiertos

No tanto. Por dos motivos: Francia asume ahora y hasta junio la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, que sitúa al país de facto en el puesto de mando de los 27, y además el país celebra en abril unas elecciones presidenciales para las que, aunque es favorito, Macron intentará reforzar su posición de líder.

Hay por lo tanto tres componentes para, quizás, entender los pasos adelante que está dando Macron en los últimos tiempos en materia estratégica. Es bien conocida, asimismo, la postura algo escéptica del presidente galo respecto a la OTAN. En 2017 pronunció una frase que ha pasado a la historia internacional al decir que la Alianza estaba "en muerte cerebral". Se ha suavizado en el marco del multilateralismo, pero esas tres palabras siguen pululando sobre su figura.

Pese a ello, París y Washington también han intensificado sus contactos frente a Rusia y el inquilino del Elíseo habló este miércoles con Joe Biden por teléfono, en una conversación en la que se coordinaron para imponer “costes severos” a Moscú en caso de que invada Ucrania. "Para mí, la prioridad sobre la cuestión de Ucrania y el diálogo con Rusia es la desescalada, encontrar la manera política para salir de la crisis", insistió Macron, que dice estar "en contacto cercano" con la Casa Blanca.

Entra en juego otro componente: la apuesta por la autonomía estratégica de la Unión Europea. Francia, como Estado miembro que ahora ocupa la presidencia del Consejo, ha revivido uno de los principales argumentos del europeísmo de Macron. Quiere una UE más "independiente" de Estados Unidos y en este sentido en el Parlamento Europeo el presidente francés habló de una "respuesta única" europea frente a Rusia. Va en línea además de la idea del Alto Representante, Josep Borrell, que hace meses presentó la llamada Brújula Estratégica, con el objetivo que la Unión deje de ser un "súbdito" de Washington.

En ese escenario se le abre también a Francia la opción de desmarcarse de Alemania, e incluso situarse por encima en el liderazgo europeo. El eje franco-alemán es (y siempre ha sido) una lucha de poder. El Ejecutivo de Olaf Scholz mantiene fuertes intereses con Moscú dada su dependencia gasística que, sobre todo, tiene al gasoducto aún no operativo Nord Stream 2. El equilibrismo de Berlín es, de hecho, un estorbo para los planes del Elíseo.

¿Una Francia "soberana" anta las elecciones?

Y Macron tampoco olvida el pilar electoral. Las presidenciales están a la vuelta de la esquina y el líder galo parece no fiarse de los sondeos. Las encuestas le dan hasta diez puntos de ventaja sobre Marine Le Pen, Valerie Pécresse y Eric Zemmour, sus principales rivales a la derecha. Un elemento importante en la campaña, de hecho, es la defensa de la "soberanía" francesa como "potencia" internacional. 

Ese asunto será importante en el relato de los partidos de la derecha, pero también en el mensaje del candidato 'principal' en la izquierda, Jean Luc Melénchon, que la pasada semana defendió una Francia "soberana y fuera de la OTAN". Macron por lo tanto tendrá que navegar entre muchas aguas, y parece que ya ha empezado a hacerlo. Ha visto el conflicto de Ucrania como una oportunidad, así que no hay nada de coincidencia en su posición.

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