La jueza del Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo ha absuelto al profesor de violín de 78 años que se enfrentaba a una pena de cinco años de cárcel y al pago de una indemnización de 6000 euros por varios supuestos delitos de abuso sexual continuado y trato denigratorio a una alumna de 20 años, según informa El Comercio.
El método de enseñanza del profesor del Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner, era conocido en el centro por ser "autoritario, exigente y despótico", a pesar de lo cual era una de las opciones más demandadas a los alumnos, debido a su prestigio y a los "excelentes resultados" de sus alumnos.
Según acusaba la Fiscalía, el maestro insultaba a la joven con expresiones como "eres una idiota, no vales para nada, eres tonta, cretina, retrasada mental, eres una mierda como persona", "aprovechándose de la autoridad que imponía sobre sus alumnos como profesor de violín". La víctima presentó su denuncia a finales de mayo de 2018, tras haber pasado tres cursos con este trato.
Enseñanza obsoleta y cercana al castigo físico
La magistrada determina la "falta de acreditación cierta" de los hechos que se denuncian, que son reprobables por estar "obsoletos" y acercarse al castigo físico, pero que, según la jueza, no son condenables.
Al respecto del supuesto abuso sexual, la jueza ha tildado de "extraño" que la joven no hubiera compartido la situación ni con su psiquiatra ni con los profesionales del centro, a pesar de haber notado indicios de los abusos desde 2015, según sostiene la propia alumna.
La Fiscalía había sostenido durante el juicio que el acusado "le palpaba innecesariamente y sin pedir ningún tipo de permiso la parte superior del pecho, le agarraba la cintura por detrás o le daba golpecitos tanto por la parte inferior del vientre como por la espalda cerca de los glúteos, manteniéndose en todo momento a una distancia muy próxima sin motivo aparente alguno".
La denunciante había sido diagnosticada de un cuadro de ansiedad que, según la magistrada, tenía que ver con el "fracaso escolar" y la "presión" a la que le sometía el miedo "a defraudar a sus padres", y no por la relación con el maestro acusado.
La absolución pone fin a un juicio que comenzó a raíz de protestas estudiantiles en 2018, año en que los alumnos del centro denunciaron casos de acoso psicológico que "eran de sobra conocidos", pero que nadie se había atrevido allevar a juicio.
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