Esta mañana Letizia ha acudido al Senado para entregar el Premio Luis Carandell de periodismo parlamentario, un galardón que la institución ha recuperado tras cinco años de parón. Este acto lleva siendo una de sus citas obligatorias desde que era princesa de Asturias, que presidía junto a Felipe. Sin embargo, desde el 2014 los entrega la reina en solitario. 

Para este tipo de eventos, Letizia no sigue un protocolo en cuanto a su vestuario y la hemos visto llevar desde un traje chaqueta hasta looks más formales. Aunque también nos ha sorprendido con estilismos más grandilocuentes.

En esta ocasión, la reina se ha decantado por el rojo, su color fetiche, con un vestido de Carolina Herrera de corte midi y manga larga y una pequeña abertura en el pecho. El detalle de los ribetes y el falso fajín del vestido le marcan más la cintura y hacen su figura más estilizada.

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Se trata de uno de los vestidos favoritos de la reina, ya que lo estrenó en septiembre de 2018 en el día que Leonor debutó en Asturias como princesa visitando Covadonga,  lo volvió a utilizar más tarde en Roma durante la ceremonia del Día Mundial de la Alimentación y lo vimos por última vez en el acto celebrado en el Congreso por los 40 años de la Constitución española.

Le gusta tanto este diseño que incluso pidió a la firma que le hiciera el mismo pero en color azul, y se lo pudimos ver puesto en los retratos oficiales publicados en enero de 2020, hace justo un año.

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Como complementos, la reina ha estrenado una cartera de mano en piel roja de efecto serpiente de la firma de Magrit con un precio de 180 euros. Otro de sus estrenos del día son los zapatos, unos salones de ante con detalles de piel de serpiente en el lateral y en la punta hechos exclusivamente para ella.

La joyería se ha compuesto por unos pendientes de Aldao hecho con rubíes, oro blanco y diamantes. Como siempre, no ha podido faltar su inseparable anillo de Karen Hallam, cuyo diseño es ahora tendencia en manicura.