Parecía que con su regreso desde Sudáfrica, donde estuvo a punto de morir según las últimas informaciones, la vida en el Palacio Grimaldi volvería a ser la que era antes de su marcha. Pero nada más lejos de la realidad. Este martes es el cumpleaños de Charlène de Mónaco. Soplará 44 velas. Pero se desconoce dónde lo hará, qué le ha pasado desde que ha vuelto con su familia ni cuál es la razón de su desaparición de la vida pública. 

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La única explicación que se ha dado oficialmente sobre la esposa de Alberto de Mónaco ha sido que todo se debe a cuestiones de salud, mismas palabras que se decían durante su estancia en el continente africano la mayor parte de 2021, cuando un cuadro médico de otorrinolaringología hizo que no pudiese viajar de vuelta a Europa y hubiese de guardar reposo durante varios meses, lo que inevitablemente se tradujo en diversas habladurías.

La esposa del príncipe, poco después de su regreso el 8 de noviembre, ingresó por voluntad propia en una clínica de lujo en Suiza de la que, aún a día de hoy, no se tiene ningún dato de cuál es el objetivo final de su estancia. En principio, era empezar un "período de calma y descanso" donde gozar de la discreción y la desconexión, pero ya hace tiempo desde que comenzase dicho período.

La última vez que habló públicamente fue a finales de diciembre, cuando quiso, a través de su Instagram, expresar sus condolencias por el fallecimiento de su buen amigo y líder espiritual de Sudáfrica, Desmond Tutu. Pero lo más alarmante para la corona monegasca es que la última vez que Charlène de Mónaco actuó en un acto marcado en la agenda real como miembro de la familia fue el 27 de enero de 2021, hace un año.

Mientras tanto, sus funciones han sido acogidas por sus cuñadas, Carolina y Estefanía de Mónaco, si bien ha sido su marido quien ha salido continuamente al paso de los rumores, como al explicar su proceso de recuperación a finales del año pasado para la revista People: "Charlène estaba exhausta. Un agotamiento general. Nosotros y ella misma nos dimos cuenta de que necesitaba ayuda y que lo mejor era ir a descansar y a someterse a un verdadero tratamiento médico. Y no en Mónaco. Por razones de privacidad, tendría que ser en algún lugar fuera de Mónaco".

Pero este martes cumple 44 años  y aunque la vida de los demás ha seguido su curso, se sigue sin saber qué es de la vida de la princesa consorte, si se ha recuperado de su "fatiga física y mental", si ha conseguido la ayuda que necesitaba y cómo está su relación no solo con su marido, sino también con sus hijos, los mellizos Jacquesy Gabriella. Lo único que ha hecho ha sido subir a su Instagram un vídeo que repasa su vídeo y que había publicado anteriormente otra cuenta, la de la Princess Charlène Foundation.