Acaba la implantación de la recogida puerta a puerta en Sant Andreu con cambios tras las quejas de los vecinos

Uno de los nuevos contenedores inteligentes de Sant Andreu de Palomar (Barcelona).
Uno de los nuevos contenedores inteligentes de Sant Andreu de Palomar (Barcelona).
Laura Busquets - ACN
Uno de los nuevos contenedores inteligentes de Sant Andreu de Palomar (Barcelona).

Este lunes el Ayuntamiento de Barcelona ha terminado de implantar varios ajustes en la recogida puerta a puerta del barrio de Sant Andreu de Palomar, después de las numerosas quejas recibidas por parte de los vecinos. Desde que se puso en marcha este sistema de recogida el pasado 24 de mayo, los vecinos manifestaron un incremento de la suciedad, de plagas de cucarachas y ratas, de ruidos nocturnos. 

Así, el consistorio ha optado por "flexibilizar" la recogida de la basura orgánica, y ha instalado 15 contenedores inteligentes para este tipo de residuo, que se que se suman a los 48 buzones que se han ido colocando desde el mes de octubre, que complementan a los 22 iniciales y que tienen las comunidades de vecinos de más de 20 viviendas. Con estos cambios, se ha eliminado la aportación de orgánica en cubo individual.

El sistema de recogida del resto de fracciones se mantiene. El papel y el cartón, los reciclables y la 'resta' se hacen como hasta ahora, puerta a puerta, el día que corresponde. El vidrio, por su parte, seguirá teniendo su contenedor en la calle. En cuanto al textil sanitario, se recoge desde septiembre en buzones, para aquellos hogares que soliciten acceso para depositar pañales, material sanitario desechable y artículos de higiene femenina.

Camiones más silenciosos

Para solucionar el problema del ruido, el ayuntamiento ha informado en un comunicado de que, durante estos últimos meses, también se han desplegado "todas las medidas para reducirlo". 

Lo ha hecho modificando las rutas "para minimizar las maniobras de los vehículos", ha procedido a la renovación de los camiones de recogida y ha introducido seis nuevos, cinco de gas natural y uno eléctrico, el último de los cuales llegará esta misma semana. 

Asimismo, se han realizado diferentes sonometrías en la zona para "asegurar que el nivel sonoro provocado por la recogida está por debajo de los umbrales que marca la ordenanza".

Información y bonificaciones

Para reforzar la información sobre los cambios en la recogida, se han ampliado los puntos de información a la ciudadanía. Desde este lunes y hasta el 29 de enero se abrirá un punto de información y reparto de llaveros para buzones y contenedores en la plaza de las Palmeres que funcionará los lunes, los miércoles y los viernes de 15 a 20 horas y los martes, los jueves y los sábados de 10 a 15 horas. 

Además, continúa en funcionamiento la oficina del 'Porta a Porta' del Espacio Josep Bota situada en el recinto Fabra y Coats y abierta de lunes a sábado de 9 a 14 horas y los martes y jueves de 17 a 20 horas.

Desde el 1 de enero también ha entrado en vigor la bonificación del 30% de la tasa de recogida de residuos domiciliarios para todos aquellos vecinos y vecinas del ámbito del puerta a puerta que hacen más de 40 aportaciones de la fracción orgánica durante el año. La recogida selectiva en el ámbito del puerta a puerta en Sant Andreu de Palomar se mantiene estable alrededor del 80%.

Objetivo europeo: 55% de recogida selectiva en 2025

El Ayuntamiento de Barcelona insiste en que la ciudad tiene que hacer todo lo necesario para cumplir con lo que establece tanto la Directiva europea 2018/851 del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo, como el Programa Metropolitano de Prevención y Gestión de Recursos y Residuos Municipales 2017-2025 (PREMET25) y el Acuerdo Metropolitano por el Residuo Cero de febrero de 2019, que marcan como objetivo llegar al 55% de recogida selectiva en 2025, al 60% en 2030 y al 65% en 2035.

Actualmente, en Barcelona la recogida selectiva se encuentra estancada alrededor del 38%. Cada habitante de la ciudad genera cada año un total de 493 Kg de residuos, de los cuales 308 se recogen como fracción no selectiva, es decir, fracción 'resta'. 

Las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del ámbito de los residuos varían en función de la gestión que se hace de ellos. El tratamiento finalista, vertedero o valorización energética (incineración), que es el que se aplica a la fracción 'resta', es el que más emisiones de CO₂ genera, por lo tanto la recogida selectiva y el reciclaje son la opción que más se compromete con la reducción de las emisiones.

Menor gasto por habitante

Además, el consistorio apunta que separar los residuos en las diferentes fracciones "abarata de forma notable el coste económico de la gestión". Cuando no se separa, el proceso de recoger y reciclar tiene un coste más alto para cada habitante. 

El coste actual (con el 38% de selectiva) de la recogida de residuos en la ciudad se sitúa en los 191 euros por hogar y año. Si la recogida selectiva se situara al 60% el precio bajaría hasta los 163 euros por hogar y año y, al 70%, a 150 euros por año y hogar. 

Hay que tener en cuenta que el coste y recogida de la fracción 'resta' es de 206 euros por tonelada, en cambio la fracción orgánica tiene un coste de 124 euros por tonelada y el tratamiento de papel y vidrio es de aproximadamente 45 euros la tonelada, más de cuatro veces más económico que el tratamiento de 'resta'.

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