Muchos vecinos de Sant Andreu se siguen sintiendo «estafados, perjudicados y fiscalizados» por el nuevo sistema de recogida de basuras puerta a puerta que ha implantado el Ajuntament con escasa aceptación. 

Vecinos de Sant Andreu de Barcelona piden "mejorar urgentemente" la recogida de residuos puerta a puerta

A pesar de que el consistorio anunciaba el pasado viernes una serie de mejoras en el sistema, de las que informó el día anterior a la Associació de Veïns de Sant Andreu Sud, desde esta entidad consideran que estos retoques no solucionan un modelo que no funciona desde el día 1, por lo que piden directamente eliminarlo y volver al sistema anterior con contenedores.

Esta revuelta vecinal se remonta al pasado 24 de mayo, cuando aterrizó el puerta a puerta en el distrito. Desde ese día, miles de residentes se empezaron a quejar en las redes de la suciedad y la insalubridad (bolsas de basura en las calles, algunas sin recoger por no cumplir los criterios de reciclaje según las etiquetas que les colocan los operarios), de plagas de cucarachas y ratas, de ruidos nocturnos provocados por los camiones de compostaje, y de un sinfín de agravios de los que se quejaron sonoramente con una manifestación el 28 de mayo.

La rebelión se iba fraguando entre los vecinos y quedaba patente en los encuentros entre los técnicos del Ajuntament y los representantes vecinales contrarios al invento. El Ajuntament sigue apostando por un modelo que ha funcionado en el núcleo antiguo de Sarrià-Sant Gervasi –allí se introdujo en febrero de 2018– y que quería implantar en Sant Andreu por ser uno de los distritos «con mejores cifras de reciclaje», explica este lunes a 20minutos.es Cristina Galán, de la asociación de vecinos. El Ajuntament defiende que, del 37% de recogida selectiva con el que partía la zona, se ha llegado al 76% en poco más de mes y medio y todo gracias al puerta a puerta.

Insalubridad e impacto acústico

El gobierno municipal sí que se ha abierto a dos mejoras: la modificación de los itinerarios de recogida para reducir los ruidos y el proceso de compostaje fuera de las calles estrechas, y la incorporación a finales de septiembre de 17 buzones para depositar pañales con un sistema de apertura con llave (a razón de un buzón por cada millar de familias aproximadamente).

Se quejan de la insalubridad en las calles, ya que las bolsas de basura atraen a roedores, cucarachas o micciones de animales

Pero estas actuaciones de mejora han recibido este lunes una contundente y crítica respuesta por parte de los representantes vecinales, que han remitido un comunicado en el que exigen que se anule el puerta a puerta y se vuelva a la recogida de basuras convencional. «Ya no tenemos dudas:no nos gusta», aseguran de un sistema que creen que «ha fracasado», algo que «a los 10 días ya era más que evidente».

En el escrito marcaban cuatro «líneas rojas» por las que no pasarán. La primera, recuperar las aceras, que ahora están ocupadas «por bolsas y cubos de basura» que traen «insalubridad» al tener «la basura repartida por la calle y fuera de un contenedor».

En segundo lugar, califican de «fiscalización» la incorporación a las bolsas «de un chip identificador de cada vivienda». Tercero, rechazan «la limitación horaria» que marca cuándo sacar a la calle los residuos y, en cuarto lugar, piden «que se facilite al máximo la gestión de los residuos téxtiles-sanitarios» que suelen generar «personas con complicaciones vitales» adquiridas. 

Sobre la recogida de pañales en buzones fijos, los vecinos echan en falta una mirada más amplia por parte del consistorio, ya que «desconocemos el tamaño de los buzones y no se ha pensado en las compresas y tampones de uso femenino y tampoco en colectivos como los diabéticos», comenta Galán. 

Los vecinos consideran "infranqueables" cuatro líneas rojas: recuperar las aceras, rechazo al chip identificador, no a la limitación horaria actual y facilitar al máximo la gestión de los residuos textiles y sanitarios

También se muestran escépticos ante el anuncio del Ajuntament de sacar a los camiones de compostaje de las calles estrechas:«Trasladarán el ruido de un sitio a otro» y, por lo tanto, las molestias de unos residentes a otros, argumenta.

Galán recuerda que existen «muchos sistemas puerta a puerta» además de este, que consideran «el más fiscalizador (por los chips en las bolsas) e intrusivo» para el descanso y el bienestar vecinal. 

Por todo ello, están multiplicando las pancartas de queja en los balcones y trabajan en nuevas movilizaciones que frenen la expansión del modelo de recogida a otras áreas del distrito en su fase dos, prevista para el 18 de octubre.

Bonificaciones "con trampa"

Desde la asociación de vecinos también se muestran muy críticos con la bonificación anual a los hogares que más y mejor reciclen: «El descuento no equilibrará la subida de la tasa de gestión de residuos, que se ha triplicado». Desconfían de la nueva reunión de seguimiento con el Ajuntament de este mes, ya que en la del pasado jueves se encontraron «con un muro sin ninguna voluntad de diálogo», asegura Galán.

La demanda vecinal ha recibido el apoyo del grupo municipal de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona, que ha emitido un comunicado en el que piden la paralización del puerta a puerta de Sant Andreu "para que se abra un nuevo proceso de participación y se incorpore como opción el uso del contenedor inteligente".