El Congreso de los Diputados dio este martes luz verde de manera definitiva a los Presupuestos Generales del Estado para 2022, que quedan así aprobados y listos para entrar en vigor el próximo 1 de enero. La Cámara Baja decidió aceptar la solitaria enmienda aprobada la semana pasada por sorpresa por el Senado, por lo que las cuentas incluirán finalmente una partida de 1,6 millones de euros para la “Promoción y difusión de las lenguas" minoritarias.

El mantenimiento de esta enmienda se debatió este martes en un pleno exprés del Congreso convocado únicamente con este punto en el orden del día, ya que lo inicialmente previsto es que las cuentas fueran aprobadas de manera definitiva y sin enmiendas la semana pasada en el Senado. Si eso no ocurrió fue porque el PP decidió apoyar a última hora la inclusión de una partida para la defensa de las lenguas minoritarias en "Galicia, Asturias, Euskadi, Navarra, Aragón, Cataluña, València e Illes Balears", pese a que la semana anterior habían votado en contra de la misma cuando fue debatida en comisión. Sus apoyos, sumados a los de PNV, ERC, JxCat y la propia Compromís, bastaron para que la enmienda reuniera mayoría.

El PP apoya una enmienda de Compromís en el Senado y obliga a los Presupuestos a volver al Congreso para ser aprobados

Con ese movimiento, el PP consiguió retrasar una semana la aprobación definitiva de las cuentas, aunque únicamente se tratara de una cuestión formal: este martes solo se debatió si mantener o retirar la enmienda, y no se votaron de nuevo los Presupuestos, cuyo texto ya estaba aprobado desde la semana pasada a excepción de lo relativo a esa partida para lenguas minoritarias. El Congreso, tras una deliberación de poco más de una hora, decidió mantener el cambio realizado por el Senado por amplia mayoría: 281 votos a favor, 62 en contra y una sola abstención.

Con esta última votación, el Gobierno cierra el capítulo de las cuentas tras tres meses de tramitación y consigue sus segundos Presupuestos de manera consecutiva, tras los aprobados en 2020. Lo hace, además, tras varios años de inestabilidad y después de que el PSOE se viera obligado a gobernar con las elaboradas por el anterior Gobierno del PP durante los años 2018, 2019 y 2020 ante la imposibilidad de aprobar unas nuevas. Estas nuevas cuentas darán estabilidad a una legislatura que entra ahora en su segunda mitad, ya que, incluso si el año que viene las alianzas con sus socios se debilitasen, Sánchez podría prorrogar las cuentas en 2023 para agotar el mandato.

Críticas al PP por forzar un nuevo pleno

Tanto el Gobierno como sus habituales aliados, e incluso partidos como Cs, afearon al PP haber forzado un nuevo debate en el Congreso de los Diputados únicamente por una enmienda que apoyaron, además, tras haberse opuesto a ella inicialmente. La diputada socialista Montse Mínguez acusó a los populares de buscar "cualquier escollo para entorpecer absolutamente todo", mientras la parlamentaria de Unidas Podemos Sofía Castañón calificó de "doble salto con tirabuzón" el apoyo del PP a esta partida presupuestaria cuando los populares "han votado sistemáticamente en contra de todo lo que defiende la especialidad de uso" de lenguas como el asturiano.

Por su parte, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, sostuvo que el PP ha incurrido en una "enorme irresponsabilidad" al obligar a que se celebre un pleno "innecesario" con el consiguiente riesgo de contagio para los trabajadores, fotógrafos, periodistas y ujieres. "Vaya papelón", criticó Rufián, mientras el diputado de Cs Guillermo Díaz acusó a los populares de ser "esclavos de la maniobra" porque "con tal de fastidiar al PSOE votan lo que sea". "España no es un juguetito para que ustedes se diviertan", denunció Díaz.

El debate lo cerró el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que utilizó por sorpresa la facultad que le concede el reglamento de intervenir en cualquier momento para pedir que en 2022 exista un mayor "clima de serenidad" que el que ha reinado en el Congreso este año. Sánchez apostó por alcanzar "cuantos más acuerdos y más amplios posibles, mejor", especialmente a la hora de encarar la recuperación económica y dejar atrás "los años más oscuros" de la pandemia. El presidente, además, alabó la "conducta, ejemplaridad, resistencia, solidaridad y responsabilidad" de los ciudadanos a la hora de asumir las medidas contra el virus y de vacunarse.