El reciente fallecimiento de la actriz Verónica Forqué ha puesto en el punto de mira al programa MasterChef Celebrity, el talent donde participó y se vio obligada a abandonar a las puertas de la final. "No puedo más", dijo Forqué en una de sus intervenciones cuando renunció abruptamente a seguir en el concurso.

Aunque lo que sucede en el programa no está guionizado, existen varios factores que influyen en el resultado final de cada entrega y que son la clave para entretener cada semana a los espectadores frente al televisor.

Según ha contado un exguionista de MasterChef a El Confidencial, la elección del casting es la clave. "Necesitas un personaje bueno, uno malo, uno simpático, uno individualista, uno que físicamente impresione... Si coges las ediciones anteriores de MasterChef Celebrity puedes identificar estos roles en todas ellas", ha explicado.

A continuación, se aplican las pautas básicas de todo arco argumental: "Presentación-clímax-desenlace, las subtramas, el alivio cómico... y, por supuesto, el conflicto. No hay drama sin conflicto", ha asegurado este exguionista del programa.

Por ejemplo, añade, "si se introduce un personaje muy expresivo, dado a llamar la atención o erigirse como el líder del grupo, al lado siempre le vamos a colocar a su némesis, a uno que le discuta el liderato y le confronte. Con eso está todo hecho, dos personajes concebidos para enfrentarse van a terminar por enfrentarse".

En el caso de los famosos, sostiene este exguionista, "hay un pacto no escrito", ya que "ellos conocen el medio, saben que tienen que aportar al espectáculo y que la cocina es solo una parte del programa".

A diferencia de los concursantes anónimos, el objetivo de la mayoría de los celebrities "no es ganar ni aprender a cocina, sino pasar el máximo tiempo posible en antena, porque eso les supone dinero y, sobre todo, exposición", ha contado.

Y para lograr enganchar al espectador, prosigue el extrabajador, la productora "exige al equipo subir la presión sobre un concursante hasta romperlo emocionalmente".

"Por eso MasterChef es el programa de la televisión española en la que más gente llora y acaba perdiendo los nervios y, si no sucede más, es porque el resto del equipo y, en especial, el jurado, están constantemente pidiendo que se baje un poco el pistón. Emocionalmente, es agotador para todos", concluye.

El Consejo de Administración de RTVE, por su parte, ya ha anunciado que realizará una auditoría al formato que produce Shine Iberia para la cadena pública. "Se trata de hacer una radiografía del programa y de un formato que a veces fuerza las situaciones para obtener un punto más de audiencia, y eso genera tensiones de guion y crea problemas a TVE", sostienen fuentes de la cadena al diario El País.

Desde Shine Iberia apuntan sobre este asunto a que "cada año, como es pertinente, el ente público audita pormenorizadamente las tres ediciones que se emiten del formato, conoce todos los protocolos y procesos. La cuentas, además, son públicas", indican.