
El tío de los dos menores fallecidos en el incendio del pasado martes de madrugada en un local okupado de la plaza Tetuán, Mihaita Dragomir, ha explicado a varios medios que la familia formada por su hermana Violeta, de origen rumano; su cuñado Shaky, de origen pakistaní y los dos niños: Arsalan y Zhara de tres años y cuatro meses de edad, respectivamente, compraron el derecho a okupar la sucursal bancaria en la que fallecieron por 700 euros, en septiembre de 2020, cantidad que abonaron a un compatriota rumano de Violeta.
Estaban asistidos por los servicios sociales de Barcelona, que les iba facilitando enseres y servicios básicos unas seis veces al mes de media. También habían hecho posible que el pequeñó Arsalan, de tres años, acudiera desde hacía dos meses al colegio (la escuela concertada Santa Anna de la calle Bailèn).
Avui és un dia trist per a l'Escola Santa Anna. La tragèdia de la plaça Tetuan se'ns ha endut un nen de P3.
— Escola Santa Anna (@EscSantaAnna) November 30, 2021
Des de la discreció i allunyats del rebombori mediàtic, us ho volem fer saber i volem agrair les mostres de solidaritat.
Shaky se dedicaba a la recogida de chatarra, por la que percibía unos 50 euros, y recibía la ayuda de vecinos sabedores de la situación de la familia. Violeta, que se quedaba en el banco okupado, llegó a España en el año 2009 junto a su marido, del que se divorció. Ya con Shaky, pagaron con anterioridad por ocupar un piso en el barrio de La Mina de Sant Adrià del Besòs por 1.000 euros.
Tras ser expulsados por el clan que los había alojado, se trasladaron al local comercial de Tetuán, en el que contaban con agua, luz y aire acondicionado. Aunque la semana pasada les cortaron el agua y empezaron a recogerla en una fuente pública con garrafas.
Vivían con otra familia y con cuatro hombres más
En la antigua sucursal vivían también un grupo de tres marroquíes y un argelino que dormían en el sótano y que pagaban al padre fallecido por habitar allí. Estas cuatro personas lograron salvar la vida el martes refugiándose en un patio de luces que daba al exterior.
En la planta baja también vivía otra pareja de origen rumano con quienes mantenían discusiones frecuentes, la última, en la misma noche del suceso. Los Mossos acudieron al local ese mismo martes alertados por los vecinos del inmueble.
El director de los Mossos, Pere Ferrer, ha negado que la investigación tenga constancia de que la familia fallecida pagase por okupar el local y ha aludido al secreto de las investigaciones, que servirán para "tirar del hilo".
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