Después de casi dos años, el Palacio Real volvió a abrir sus puertas para una cena de gala con el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, como invitado de honor. No obstante, todos los ojos estaban puestos en la reina Letizia, que volvería a lucir sus mejores galas después de tanto tiempo.

Pese a llevar la mascarilla puesta, la esposa de Felipe VI estuvo deslumbrante con la impresionante tiara rusa y un sencillo pero acertado vestido negro, el cual fue un gesto de amabilidad hacia Sergio Mattarella y consiguió deslumbrar con él a todos los invitados.

El vestido del diseñador italiano Giorgio Armani se convirtió en un homenaje al país del invitado de honor. De color negro y patronaje sencillo, aporta a Letizia un estilo muy elegante y permite que la prenda no acapare toda la atención del vestuario. Los tirantes gruesos y el escote cuadrado conseguían estilizar la figura de la reina a la vez que realzan su silueta.

EFE/Juanjo Martín

En cuanto las “joyas de pasar” que llevaba la reina, la anteriormente citada tiara rusa perteneció a la reina María Cristina, que la encargó durante su regencia en el siglo XIX y está realizada en platino, perlas y diamantes. Siguiendo con los accesorios históricos, Letizia también lució el imponente collar de chatones de la reina Victoria Eugenia, al que acompañó con una pulsera de chatones y un broche de perlas y diamantes en la banda verde y roja de la Orden al Mérito de la República Italiana. 

Gracias a la sobriedad del vestido, estas joyas han podido lucir en todo su esplendor sin tener que destacar entre prendas demasiado coloridas o con grandes volúmenes.

De esta forma, Letizia encontraba la simplicidad en el lujo y la llevan a acercarse al estilo único de grandes mujeres internacionales como la ex royal Meghan Markle o Jennifer Aniston, la cual ha sido vista en más de una gala de premios con vestidos similares.

EFE/Juanjo Martín