Cuando España disfrutaba de la prolongación de un buen tiempo que parecía no querer despedirse, este domingo deberá decirle adiós para dar la bienvenida al frío intenso, las lluvias abundantes y las nevadas. Durante la próxima semana, la Península Ibérica y la mayor parte de Europa occidental sufrirán los rigores de la primera DANA invernal de la temporada, a causa de la intensificación de las ondulaciones del chorro polar del hemisferio norte.
Pero... ¿qué es exactamente este chorro? Se trata de un río de aire muy intenso, del orden de 150 a 300 kilómetros por hora, que se genera a 9.000 metros de altura aproximadamente y gira en torno al Polo Norte desde Norteamérica hacia Europa para llegar a Rusia. Además, es el conductor de las borrascas, los anticiclones y las DANAs, según explica a 20minutos el meteorólogo de Meteored Francisco Martín, que apunta que tiene su equivalente en el hemisferio sur.
"Ese chorro a veces se ondula y genera meandros, en los que hay aire cálido que va hacia el Polo desde latitudes bajas y aire frío que viene del Polo hacia nuestras latitudes", detalla Martín.
Las DANAs se generan cuando el chorro polar se ondula mucho y eso es precisamente lo que ocurrirá a partir del domingo 21 de noviembre y a lo largo de la próxima semana: habrá una irrupción de aire frío en Europa occidental que generará ahí un temporal de pleno invierno, el primero de la temporada.
Este chorro polar del hemisferio norte se encuentra en latitudes altas durante el verano y la primavera -en el área de Noruega e Islandia- y emigra a otras más bajas en otoño e invierno, hasta Francia. En esta época, además, se intensifica y puede ondularse con entradas de aire que llegan incluso a Canarias, señala el experto.
Además, del mismo modo que existe un chorro polar en el hemisferio norte, hay uno "hermano" en latitudes australes. Este gira en torno al Polo Sur de manera análoga, aunque no se comporta de la misma manera que su homólogo septentrional.
Anomalías de temperatura en superficie
Estas ondulaciones a 9.000 metros de altura tienen consecuencias en superficie, donde provocan anomalías en las temperaturas. En esta ocasión, causará un descenso de las temperaturas en el oeste de Europa al tener ahí una dirección norte sur, con la consiguiente irrupción de aire frío, tal y como se observa en el mapa.
Así, va a producir bastantes nevadas en la zona del Cantábrico, los Pirineos, el Macizo Galaico, el Sistema Central y el Sistema Ibérico.
No obstante, cuando hay una irrupción fría en un lugar -en este caso, en Europa occidental- hay una cálida en otra área, por compensación. En esta ocasión, esta última afecta a Turquía , Grecia y el sur de Rusia.
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