Las actitudes sexistas del profesorado condicionan la educación secundaria: "De las alumnas se espera más"

Las actitudes sexistas del profesorado condicionan la educación secundaria, según un estudio de la UOC.
Las actitudes sexistas del profesorado condicionan la educación secundaria, según un estudio de la UOC.
Carlos G. Kindelán
Las actitudes sexistas del profesorado condicionan la educación secundaria, según un estudio de la UOC.

Las actitudes sexistas del profesorado -como esperar "más" de las alumnas y ser "más permisivo" con los alumnos- condicionan la educación secundaria y fomentan que los chicos abandonen la escuela en mayor medida que las chicas, según un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

"De las alumnas se espera más esfuerzo, mejor rendimiento académico y un comportamiento más positivo. En cambio, con los alumnos se es más permisivo y se espera menos de ellos, lo que desanima a muchos a ser buenos académicamente", cuenta Milagros Sáinz Ibáñez, investigadora líder del grupo Género y TIC del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la UOC.

Esta conclusión se desprende del estudio Secondary School Teachers' Views of Gender Differences in School Achievement and Study Choices in Spain, llevado a cabo por Sáinz Ibáñez con los profesores de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC Sergi Fàbregues y Jordi Solé, y con la investigadora de la Universidad de la Laguna Sara García-Cuesta.

Según datos del Ministerio de Educación, los alumnos abandonan la escuela un 8% más que las alumnas. Concretamente, en 2019, el 21,4% de los chicos y el 13% de las chicas abandonaron sus estudios. Ante estas cifras, la investigación tiene el objetivo de "constatar, de forma empírica, en qué medida una parte del profesorado de secundaria sigue teniendo actitudes sexistas respecto a los logros académicos diferenciales entre hombres y mujeres", y también sobre la elección de los estudios según sexo.

La mala conducta de ellas, doblemente sancionada

Algunos de los 36 profesores que forman parte de la muestra del estudio consideran que el hecho de que las chicas maduren antes favorece su rendimiento, ya que las hace ser más responsables y estar más atentas en clase. "El proceso de madurez no favorece que los chicos puedan alcanzar a las chicas", apunta una de las docentes.

Así, el estudio señala que la permisividad con la conducta de los alumnos es mayor que con la de las alumnas. "En general, se tiende a esperar menos de los chicos que de las chicas. Además, si un chico se comporta de manera disruptiva en el aula, el profesorado suele ser más permisivo con esta conducta porque se justifica que muchos chicos son despistados o inmaduros. Sin embargo, cuando una chica no tiene un buen rendimiento académico y presenta un mal comportamiento o una mala actitud en clase, es doblemente sancionada", concluye Sáinz Ibáñez.

Capacidad intelectual de ellos y esfuerzo de ellas

Por otra parte, la investigadora explica que los autores del estudio vieron cómo las buenas notas de algunos chicos se explicaban "en términos de su gran capacidad intelectual, pero no hacían ninguna referencia al esfuerzo". En cambio, a la hora de explicar las buenas notas o el mejor rendimiento de las chicas, "se hacía referencia al esfuerzo porque son más trabajadoras y están mejor adaptadas al sistema educativo en comparación con sus compañeros".

Sáinz Ibáñez señala que muchas de estas actitudes son inconscientes y están basadas en prejuicios, pero que condicionan en gran medida la trayectoria profesional del alumnado. 

Elección de estudios

La investigación apunta que la elección de los estudios de los alumnos y de las alumnas es congruente con los roles de género. Por una parte, y según datos del Ministerio de Educación, aunque el número de mujeres matriculadas en estudios relacionados con la salud (como medicina) y ciencias (matemáticas y química) ha aumentado durante los últimos 10 años (74,29% y 58,75% respectivamente), sólo el 27,41 % de las alumnas cursa estudios tecnológicos. Y, de manera similar, únicamente el el 35,05 % de los alumnos chicos opta por estudios relacionados con las humanidades.

Las actitudes sexistas del profesorado condicionan la educación secundaria, según un estudio de la UOC.
Las actitudes sexistas del profesorado condicionan la educación secundaria, según un estudio de la UOC.
Carlos G. Kindelán

Los profesores consultados en la investigación consideran que su docencia no influye en la brecha de género a la hora de elegir estudios y atribuyen esta diferencia a otros factores como la familia o los medios de comunicación. Además, pese a ser conscientes de esta realidad, pocos mencionan acciones para hacerle frente. Sáinz Ibáñez destaca, eso sí, que "para la mayor parte del profesorado, las medidas para abordar las diferencias de género en rendimiento y logros escolares no tienen que pasar por segregar por sexos".

Los chicos están por detrás de las chicas en los países ricos

Los autores de esta investigación señalan, en el artículo publicado en Sage Open, que "varios estudios demuestran que en muchos países occidentales los alumnos se quedan por detrás de las alumnas en varios indicadores académicos, como el rendimiento escolar y el abandono escolar prematuro".

En cambio, esta tendencia no se observa en países en vías de desarrollo de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico) como Bangladés, India, Pakistán o Malasia, "donde las chicas se quedan por detrás de los chicos en estos mismos indicadores".

Los resultados de este estudio, según señala la UOC en un comunicado, "ya han sido presentados en varios foros locales, estatales e internacionales con la voluntad de propiciar cambios en el sistema educativo para favorecer un entorno de socialización y de educación más igualitario".

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