El Gobierno pide apoyar los presupuestos de la "recuperación justa", defiende sus previsiones y niega que suba impuestos

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante el Pleno de este miércoles.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante el Pleno de este miércoles.
EFE
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante el Pleno de este miércoles.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante el Pleno de este miércoles.
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"Son objetivamente buenos". Así definió este miércoles la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, los presupuestos para 2022, que superarán previsiblemente mañana jueves las enmiendas a la totalidad, tras lograr el Gobierno que socios como ERC y PNV renuncien a vetar su proyecto de cuentas. En su primera intervención en este debate, Montero defendió que se trata de los PGE de la "recuperación justa", llamó a apoyarlos para aprovechar la "oportunidad histórica" que suponen los fondos europeos y negó que conlleven una subida de impuestos: "¿Dónde está el supuesto infierno fiscal?", preguntó a la bancada de la derecha.

En palabras de Montero, estos presupuestos permitirán "consolidar la recuperación" y hacer que esta sea "justa", poniendo "en el centro" las "necesidades y expectativas" de la ciudadanía. La ministra dijo que el objetivo es "reforzar la clase media y trabajadora" y poner freno a la desigualdad, que es una "grave injusticia" y también un síntoma de "ineficiencia" económica. Se trata, insistió, de "revitalizar el Estado del bienestar, debilitado por recortes de gobierno anteriores" y de "poner las bases para un crecimiento más justo, sólido e inteligente", de modo que España compita por "cualificación y salarios dignos" y no "a costa del empobrecimiento" de las clases medias y trabajadoras.

Montero defendió que estos presupuestos "extraordinarios, de adiós a una crisis e inicio de un nuevo ciclo" nos permiten "prepararnos para un futuro mejor", y no renunció a ningún apoyo para su aprobación: la ministra reprochó a la oposición que hable de "traición, humillación o chantaje" y dejó claro que el Gobierno seguirá trabajando "hasta la extenuación" para reunir "el mayor número de apoyos posible", como es su "obligación" para tener "estabilidad". "Porque los ciudadanos nunca votan mal (...), coincidamos más o menos con la ideología de cada formación", zanjó Montero, que pidió rebajar el "ruido", la "crispación" y aparcar la "política de tierra quemada" y reclamó a la oposición que, incluso si ha presentado enmiendas a la totalidad, "al menos mantenga un debate franco" sobre las cuentas.

Defiende la validez de sus previsiones y niega la subida de impuestos

En su intervención, Montero también dio la cara por las previsiones de crecimiento, déficit y deuda en las que se basan las cuentas, pese a que distintos organismos –como el Banco de España– han rebajado las suyas en las últimas semanas. La ministra sostuvo España tendrá "uno de los crecimientos más elevados de 2022". que los cálculos del Gobierno están en línea con los de la Airef y calificó de "prudente" el cuadro macroeconómico del Ejecutivo, que contempla una bajada del déficit hasta el 5% el año que viene, al tiempo que advirtió contra las prisas en la senda de consolidación fiscal: "Un proceso prematuro sería contraproducente para la recuperación y tendría un alto coste social y económico", apuntó.

Además, acusó a la oposición de emplear "argumentarios caducos" para atacar los presupuestos, con acusaciones de subidas de impuestos. "¿Dónde está el supuesto infierno fiscal?", se preguntó la ministra, quien recordó que estos presupuestos sólo incluyen tres "ajustes" en materia tributaria, a la espera de una reforma más profunda que se abordará después de que el grupo de expertos entregue sus conclusiones, previstas para febrero de 2022. Esos "ajustes" son el mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades –que según Montero sólo afecta al 0,1% de las compañías, las que cobran más de 20 millones de euros–, el refuerzo de los incentivos fiscales a planes de pensiones empresa y la prórroga de los actuales niveles de tributación en el sistema de módulos para los autónomos. "Cuando escucho términos como hachazo fiscal o infierno, no puedo más que sonrojarme", concluyó la ministra.

Más gasto social y medidas para jóvenes

Montero fue muy crítica con las "políticas austericidas de la anterior crisis", bajo el Gobierno del PP, y defendió que estos presupuestos encarnan una "manera diferente de gestionar" una crisis y también la recuperación. Son unas cuentas que destinan más fondos que las anteriores a capítulos como la reindustrialización (3.100 millones), la rehabilitación de viviendas (2.800 millones), a la movilidad sostenible (3.800 millones), a reforzar el Sistema Nacional de Salud (500 millones extra) y la Educación y la Formación Profesional (más de 2.000 millones), y que suponen una "oportunidad única de transformar el país" gracias a los fondos europeos. "Es nuestra obligación no frustrar esta oportunidad, porque si perdemos este tren difícilmente pasará otro", dijo.

Especial mención hizo a los jóvenes y a medidas como el bono para el alquiler o el bono cultural. Montero insistió en que el Ejecutivo "se preocupa por el bienestar" de los jóvenes y acusó a la derecha de "cortedad de miras" por criticar estas medidas. "Les pediría empatía", concluyó.

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