La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha defendido que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) son "tremendamente prudentes" y que incluso "en un contexto macroeconómico menos favorable" están en línea para "cumplir los objetivos de reducción del déficit y deuda".

Calviño se ha expresado en estos términos para responder a una pregunta planteada por la senadora del Grupo Popular en el Senado Salomé Pradas en la que se cuestionaba si el Gobierno mantiene todavía sus previsiones macroeconómicas para los Presupuestos. Tanto el Banco de España como la Airef se han mostrado recientemente más pesimistas  que el Gobierno en sus últimas estimaciones de crecimiento para este año.

En este sentido, la ministra de Asuntos Económicos ha dicho que "los indicadores económicos son muy claros y nos muestran que la recuperación está en marcha, que va de menos a más y que España será de los países que lidere el crecimiento económico en 2022". 

Calviño ha citado algunos riesgos para la recuperación como la expansión desigual de la vacunación contra el coronavirus en el mundo y "la inflación y la disrupción de las cadenas de valor globales", peligros que, ha dicho, "no son exclusivos de España" sino que "son riesgos de carácter global" a los que hay que responder de forma global".

Además, la vicepresidenta primera ha destacado que la salida de la crisis está siendo "muy diferente de la anterior" y que "la recuperación está llegando a todos los ciudadanos allí donde más nos interesa en términos de creación de empleo". "El objetivo es que no se trate de un rebote pasajero sino de una recuperación que sea justa, que llegue a todos los ciudadanos y que no deje a nadie atrás", ha concluido Calviño.

Los últimos datos publicados sobre el avance de la recuperación han empañado las previsiones recogidas en el proyecto de Ley de Presupuestos, que estimaban una subida del PIB del 6,5% este año y del 7% el próximo. El pasado viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que la economía española solo había crecido un 2,7% interanual en el tercer trimestre, un dato modesto si se tiene en cuenta que el desplome registrado el año pasado fue del -10,8% del PIB, el mayor de las economías desarrolladas.

Las estimaciones el Gobierno parecen difíciles de cumplir en un contexto en el que el riesgo que suponen la elevada inflación y las interrupciones en las cadenas globales de suministros es cada vez más tangible. Las últimas proyecciones macroeconómicas publicadas sitúan el crecimiento previsto para España algo por encima del 5% para este año, unos cálculos que se elaboraron sin conocer aún el dato de crecimiento registrado en el tercer trimestre.