Sánchez admite que el encarecimiento de la energía lastra la competitividad y pide a la UE impulsar medidas comunes

El presidente Sánchez y Ursula Von Der Leyen, este jueves, antes del Consejo Europeo.
El presidente Sánchez y Ursula Von Der Leyen, este jueves, antes del Consejo Europeo.
EFE
El presidente Sánchez y Ursula Von Der Leyen, este jueves, antes del Consejo Europeo.
Sánchez pide a Europa incorporar "más urgencia" al debate sobre el precio de la luz.
Atlas

El presidente Sánchez insiste en la necesidad de una respuesta europea ante el encarecimiento de la energía en el mercado mayorista, que también impacta en el recibo que pagan consumidores domésticos e industriales. A juicio del líder del Ejecutivo, esos altos precios son un riesgo para la competitividad económica de toda la UE, que debe implicarse en el diseño de medidas a nivel comunitario. Al Gobierno, dice Sánchez, le gustaría "ir más rápido", pero por ahora está satisfecho porque ha conseguido que el Consejo Europeo debata sobre la energía este jueves y viernes.

A su llegada a la cita con el resto de líderes europeos, el presidente argumentó que "el aumento del precio de la energía no se da sólo en España", sino que es un problema "europeo" que "atraviesa a todos los países", y prometió que "España va a trabajar para que a nivel europeo se puedan encontrar soluciones" adicionales a las medidas que se han adoptado en el "plano nacional". Los altos precios de la energía "pueden minar la competitividad", agregó Sánchez, que se refirió expresamente a la situación de la industria después de que en las últimas fechas algunas compañías hayan parado la producción porque, con la luz a estos precios, no les sale rentable fabricar sus productos.

Sánchez admitió que "los tiempos de Bruselas" no son todo lo "rápidos" que a él le gustaría ante un "problema que importa mucho a la economía europea", pero prometió que la actitud de España será "lo más constructiva posible" en este debate y celebró que el Consejo Europeo vaya a "iniciar el debate a instancias de España", este mismo jueves. Además, recordó que la Comisión Europea ha solicitado un informe que analiza la situación actual que debería estar listo "a mediados de noviembre" y se mostró esperanzado de que, en diciembre, los líderes puedan "conversar de nuevo sobre el precio de la energía en el Consejo Europeo".

El presidente insiste en una respuesta común

No es la primera ocasión en la que Sánchez defiende en la UE que se adopten medidas conjuntas. Hace apenas 15 días, en una reunión informal del Consejo, planteó la necesidad de reformar el sistema de precios mayoristas, una compra conjunta de gas, una reserva estratégica centralizada de este combustible y medidas para atajar la especulación que, en su opinión, se está dando en el mercado de los derechos de emisión de CO2. "Si todos los estados miembro somos vulnerables a los precios de la luz y el gas", razonó entonces Sánchez, son necesarias "soluciones europeas". También la vicepresidenta Calviño firmó una carta junto a otros cuatro países pidiendo reformas a nivel de la UE.

Las medidas que quiere España, en las que que este jueves el presidente volvió a insistir ante los medios y que previsiblemente planteará a sus colegas europeos, pasaban en primer lugar por una modificación del sistema de formación de precios, que actualmente es marginalista, lo que implica que toda la energía se paga al precio del megavatio más caro de cuantos son necesarios para satisfacer la demanda nacional. El Gobierno quiere modificaciones para que el 'pool' se aproxime al precio medio de la energía.

Además, Sánchez también propuso una compra centralizada a nivel europeo de gas natural, siguiendo "el ejemplo de las vacunas", así como constituir una reserva estratégica de este combustible a nivel comunitario. Para que esa compra centralizada fuera posible, todos los países de la UE tendrían que estar dispuestos a delegar en la Comisión Europea la capacidad de negociar en su nombre, algo que se antoja complejo, pero, si no aceptaran todos, el presidente Sánchez planteó la posibilidad de una "cooperación reforzada", esto es, un pacto voluntario entre los países que sí consideren beneficiosa esta opción, y en cuyo nombre negociaría la Comisión. 

Finalmente, explicó que considera necesarias medidas para atajar la "especulación" en el mercado de los derechos de CO2, donde hay "fondos que están especulando".

La Comisión Europea aplazó esas medidas

Sin embargo, apenas una semana después, la Comisión Europea señaló que necesitaba más tiempos para analizar esas medidas y las dejó fuera de su primera respuesta a la actual crisis de precios de la energía. El debate sobre la compra conjunta, por ejemplo, solo se podrá abordar "a medio plazo", según expresó la comisaria de Energía, Kadri Simson. Algo parecido dijo sobre la reserva estratégica de gas y sobre la compra conjunta, que en todo caso debería ser "voluntaria", a juicio de Bruselas.

Finalmente, y sobre la posible reforma del sistema de precios del mercado mayorista, Bruselas consideró "improbable que otros modelos alternativos tengan mejores resultados" y acordó encargar a la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) una evaluación sobre los "beneficios e inconvenientes" del diseño actual para "asegurar que sigue sirviendo a las necesidades" de los europeos. Ese es el informe al que Sánchez se refirió este jueves y que debería estar listo a mediados de noviembre, de cara a reanudar el debate comunitario en diciembre.

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