España ha logrado que Francia, Grecia, Rumanía y la República Checa se sumen a su petición para que Bruselas tome acciones que logren contener los precios de la energía, ahora disparados. Los ministros de Economía de estos países han firmado una carta junto a Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, en la que solicitan reformar el mercado eléctrico mayorista, lograr la independencia energética y bajar los precios.

"El mercado de la electricidad tiene muchas ventajas, como asegurar el suministro de energía en todo momento, pero debe mejorarse para establecer mejor el vínculo entre el precio pagado por los consumidores y el coste promedio de la energía", señala la misiva, distribuida por la Vicepresidencia que dirige Calviño. Esto, apuntan, es "igual o más importante que la descarbonización" porque incrementará el uso de la electricidad. Actualmente, el precio del megavatio hora lo fija el precio de la tecnología más cara que se necesita emplear para satisfacer la demanda, y no el "coste promedio", como dice la carta.

En este sentido, los ministros económicos de los cinco países también piden lograr la "independencia energética" logrando diversificar el suministro de la energía y, con ello, reducir la dependencia de Europa de aquellos países que exportan gas. Todos ellos coinciden en que Europa debe afrontar este problema con un "enfoque común" a nivel europeo con un conjunto de herramientas con las que coordinar las respuestas nacionales para reaccionar "de inmediato" contra los aumentos indiscriminados de precios.

Asimismo, la misiva que se investigue el funcionamiento del precio del gas para "investigar y entender" por qué los contratos del gas han sido insuficientes. "Deberíamos elaborar directrices comunes sobre el almacenamiento de gas con el fin de mitigar los aumentos en los precios y coordinar mejor nuestras compras de gas para incrementar nuestro poder de negociación", argumentan. Por último, señalan que el Mercado Europeo de Derechos de Emisión (ETS, por su nombre en inglés) es "esencial" y también piden brindar a las empresas, tanto públicas como privadas, la oportunidad de trasladar sus inversiones a actividades bajas en carbono, "evitando así una volatilidad excesiva".

La carta de Calviño y Ribera

La misiva enviada por los ministros de Economía de estos cinco países viene precedida de otra carta que enviaron Calviño y la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, al vicepresidente europeo, Frans Timmermans, y las comisarias de Energía, Kadri Simson, y de Competencia, Margrethe Vestager. En esa, remitida el pasado 20 de septiembre, ambas pedían a la Comisión Europea que actuase de forma coordinada para hacer frente al precio de la energía.

Así, la misiva hecha pública este martes asume las tesis de las dos vicepresidentas españolas, que ya pedían una actuación común de Europa. “Europa no puede quedar al margen en momentos concretos y ante turbulencias como la actual”, dijo Ribera en una intervención en el acto de entrega de los XXXI Premios de la Energía organizados por el Club Español de la Energía. La ministra de Transición Ecológica recordó entonces que cada euro de subida de la luz supone una factura anual para la Unión de 2.150 millones. Según sus cálculos, si en 2021 ha subido más de 100 euros, Europa pagará más de 215.000 millones.