Atendiendo al escrito de la Fiscalía, los hechos se remontan, al menos, al mes de mayo de 2017. Todos ellos, presuntamente, se dedicaban a la venta de sustancias estupefacientes, tales como cocaína, MDMA, marihuana y hachís a terceros, principalmente en la zona de Magaluf.

Asimismo, el fiscal apunta a que cada uno de los acusados desarrollaba una tarea concreta dentro del supuesto grupo criminal: conseguir las diferentes sustancias, proveer de las mismas al supuesto grupo o su venta directa a terceros. Además, una de las acusadas aprovechaba su trabajo como relaciones públicas en la zona para su venta.

En los registros practicados por la Policía, los agentes intervinieron varias sustancias estupefacientes en diferentes cantidades, así como otros objetos sospechosos -básculas de precisión, jeringuillas o dinero en efectivo-.

Con todo, el Ministerio Fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de tráfico de drogas y otro de pertenencia a un grupo criminal.