Los expertos esperaban la noticia desde hacía semanas: la formación de un 'tubo lávico' en el volcán Cumbre Vieja de La Palma que terminase con la destrucción en la isla.

La noticia, finalmente, se confirmó este lunes, cuando el director técnico del PEVOLCA anunció que habían detectado, al menos, la formación de uno de ellos. Y este miércoles, Morcuende ha insistido en que se trata de una buena noticia: "Facilita el drenaje de la lava al mar, está evacuándola de forma subterránea".

Pero ¿en qué consisten exactamente? ¿Cómo funcionan?

¿Se puede formar un tubo volcánico que lleve la lava hasta el mar en la erupción del volcán de La Palma?

¿Qué son los 'tubos lávicos'?

Se trata de estructuras habituales en los procesos volcánicos que se forman cuando la lava entra en contacto con el aire más frío de la superficie. Entonces, la capa superior de la colada se solidifica, al perder temperatura, y crea una especie de costra aislante.

En el volcán de La Palma se ha localizado, al menos, un tubo lávico en la colada principal. Este fenómeno es ciertamente positivo, pues parte de lava queda soterrada y discurre bajo tierra, evitando daños extra en la superficie.

"Con los tubos lávicos hay muchas posibilidades", cuenta a 20minutos.es el geólogo Juan Ramón Jiménez. "Mientras el volcán siga emitiendo lava, jamás va a parar en la punta porque va por dentro, pero por los lados apenas está creciendo", asegura.

Pueden crearse redes complejas de varios metros

Para que este fenómeno se dé, a pesar de que es habitual en las erupciones, el magma debe estar muy caliente y tener poca viscosidad. Así, la lava discurre por los tubos sin perder temperatura, de forma más fluida y a mayor velocidad.

En cuanto a la forma de estos tubos, pueden ser lineales o tejer redes complejas de varias cavidades interconectadas, incluso con diferentes niveles y a lo largo de superficies que pueden abarcar unos centímetros o varios metros. 

María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, dijo en la rueda de prensa que "se ha constatado, a través de imágenes de satélite, la existencia de tubos lávicos que facilitan el acceso rápido a cotas más bajas, pero siguiendo los cursos que ahora mismo están establecidos", ha explicado durante la rueda de prensa

Una vez finaliza la erupción, estos tipos de tubos siguen existiendo. Ya sin lava, el aspecto de estas cavidades es parecido al de una cueva. De hecho, un ejemplo constatable es el de los Jameos del Agua de Lanzarote, por los que corrió la lava del Volcán de la Corona.