Unas jornadas que han abierto la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez; el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza; la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu; la directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España, María Andrés; y el jefe de gabinete de la Comisión Europea de Cohesión y Reformas, Hugo Sobral.

Como ha incidido Andrés en su intervención en el foro, celebrado en el Auditorio del Ayuntamiento logroñés, "se trata de poner las 'luces largas' que tanto necesitamos tras el coronavirus", una crisis que "tenemos que ver como un acelerador de tendencias y como una oportunidad".

"La UE -ha añadido- resurge con mucha ambición tras la pandemia, para reinventarse en clave verde, digital y social. Es urgente y necesario para ello poner esas 'luces largas', y hacerlo con la vista puesta donde se están haciendo las cosas bien".

En este sentido, ha halagado la actuación de Logroño en temas de movilidad y sostenibilidad, "es una ciudad amable, con un entorno muy cuidado o con buen acceso a la vivienda", si bien ha subrayado que "hay que ver cómo usar los fondos UE para que ciudades como ésta se reinventen en temas de movilidad, trabajo, contra el cambio climático o en la convivencia con lo más sostenible".

Un campo en el que, a juicio de María Andrés, es necesario "hacer uso de las nuevas tecnologías" para desarrollar aspectos relacionados con el medio ambiente, el reciclaje o la economía circular, "con soluciones innovadoras, que son lo que hace falta, acudiendo a las experiencias de lugares donde todo ha salido bien". "El siglo XXI está siendo el siglo de las crisis, pero debe ser el de las crisis superadas", ha concluido.

Por su parte, Hugo Sobral ha apuntado que "estamos en un momento de transición, pero también de reflexión de hacia dónde vamos y dónde debemos ir" en cuanto al futuro de las ciudades, "algo que será igualmente determinante en el futuro de la Unión Europea, porque la influencia de las ciudades va mucho más allá de concentrar población".

Así, ha apostado por "preguntarnos por las necesidades" en estos entornos "pero no solo en lo económico, porque, con el Covid, ha cambiado nuestra forma de movernos, de trabajar, de relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza", algo que ha visto como "una oportunidad para crear algo mejor".

En esta línea, ha planteado que ese proceso debe pasar por "la transformación digital, la sostenibilidad y la inclusión". "Las ciudades del futuro deberán ser digitales, verdes y justas", ha asegurado Sobral, quien ha abogado, además, porque "las ciudades sean corredores que atraigan talento, pero que también lo lleven a las zonas circundantes, hay que pensar en el territorio en conjunto".

El alcalde de Logroño, en su intervención, ha llamado a "salir del cortoplacismo", por lo que ha valorado la importancia de "crear una oficina de prospectiva que nos lleve a pensar en el horizonte de la Espala del 2050". Todo ello, sobre la base del diálogo "más allá del ruido".

"La conexión de las ciudades con Europa es esencial para seguir creciendo juntos", ha defendido Pablo Hermoso de Mendoza, quien ha reseñado la buena situación de un Logroño que "refleja equilibrio, donde se conjuga poder vivir cómodo y a gusto, trabajar, venir con buenos proyectos, la movilidad, lo sostenible". "Ciudades medianas como Logroño tenemos mucho que decir", ha recalcado.

Y, por último, la presidenta riojana, Concha Andreu, ha hecho hincapié en su intervención en el "reto" que tienen las instituciones de "convencer a los ciudadanos de los enormes beneficios que tiene avanzar hacia entornos urbanos más vitales, seguros, sostenibles y sanos".

Un reto que, según la presidenta, "es reflejo de épocas pasadas" y que será el camino para que "la ciudad que imaginamos para 2050 sea una realidad", y que será necesario realizar "con retórica y empatía; con diálogo y pedagogía".

Por la naturaleza de los cambios, porque como ha señalado la líder regional "puede que la forma que tengamos de abordar esos problemas no contente a todos", pero, ha continuado, "la labor del político no es contentar a toda la ciudadanía, sino velar por el interés general".

"A veces, incluso en contra de los intereses de unos u otros colectivos, una u otras personas. Es una asignatura pendiente, la de convencer a los ciudadanos de los enormes beneficios que supone avanzar hacia entornos más seguros, más sensibles y más sanos", ha concluido.