‘Concilia’, el proyecto que inició el Ayuntamiento de Barcelona el año pasado, para brindar servicios de canguraje a familias, deja atrás su fase piloto para consolidarse y expandirse hacia más barrios de la ciudad. Lo ha anunciado este jueves la teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Laura Pérez, quien ha calificado de “éxito” el primer año de funcionamiento de este servicio municipal. De hecho, ha remarcado que "otros municipios" también se han interesado por esta iniciativa, pionera por parte de la capital catalana.

La iniciativa ‘Concilia’ comenzó en 2020 en el marco del Plan de Choque Social que el gobierno de Ada Colau puso en marcha como respuesta a la crisis originada por la pandemia, con el objetivo de dar prioridad a familias monoparentales o en situación de vulnerabilidad. Desde octubre hasta junio del año pasado, el servicio atendió a 611 niños de entre tres y 12 años de edad, y realizó en total 7.819 cangurajes.

En vista de la buena acogida de la iniciativa, el próximo 4 de octubre el consistorio volverá a ofrecerla de forma ampliada. A partir de entonces, se ofrecerá este servicio para niños de a partir de un año, y también para menores con necesidades especiales, y se añadirán cuatro nuevas guarderías a los espacios que ya existían el año pasado. Así, el programa contará con un total de nueve equipamientos que prestarán servicio en 19 barrios:

- El Besòs y el Maresme: Casal de Barri Besòs y Escola Bressol Municipal Diagonal Mar

- El Raval: Espai municipal de la calle Sant Oleguer y Escola Bressol Municipal Cadí.

- Trinitat Vella: Institut Escola Rec Comtal y Escola Bressol Municipal El Tren.

- Zona Nord (Ciutat Meridiana, Vallbona y Torre Baró): Centre Cívic Zona Nord y Escola Bressol Municipal Muntanya.

- La Verneda y La Pau: Casal de Barri La Pau.

- Bon Pastor y Baró de Viver: Institut Escola El Til·ler.

- La Marina: Escola Enric Granados.

- Prosperitat: Escola Mercè Rodoreda.

- Turó de la Peira y Can Peguera: Escola Calderón de la Barca.

Familias monomarentales y migrantes

La intención es que a lo largo de este curso 2021-2022 se atienda a unos 900 niños y se realicen unos 11.500 cangurajes, priorizando a las familias en situación de precariedad económica. Este primer año, la mitad de las familias atendidas eran monomarentales, y más de un 80% eran migrantes, que no tenían “un acompañamiento familiar o un entorno que las pueda ayudar a asumir los cuidados”, ha explicado Pérez.

Asimismo, los datos recogidos por el consistorio reflejan que se trata de un colectivo que acude a este servicio mayoritariamente por conciliación laboral o de formación y, en menor medida, para descansar. “El objetivo es hacer más fácil la vida de las mujeres con precariedad económica, y también con precariedad de tiempo, que se habla menos pero está en el centro del diseño de este proyecto”, ha apuntado la teniente de alcaldía.

La puesta en marcha del nuevo servicio ampliado supondrá una inversión de 630.000 euros por parte del Ayuntamiento de Barcelona y la contratación de una veintena de profesionales a tiempo completo, que incluirá a dos personas formadas en necesidades educativas especiales para atender a aquellos niños que lo necesiten, así como cuatro personas más con conocimientos específicos en educación infantil.