Uno de cada cinco chicos adolescentes y jóvenes cree que la violencia de género no existe y que es solo un "invento ideológico". Una percepción que, además, se ha disparado en tan solo cuatro años, según se desprende del último barómetro del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad.
Bajo el título 'Identidades, representaciones y experiencias en una realidad social compleja', la entidad presentó este miércoles una investigación que define la visión que tienen los jóvenes entre 15 y 29 años de las desigualdades, a partir de un total de 1.200 entrevistas.
El informe destaca los "grandes avances" de los últimos años respecto a las "visiones tradicionales de género y la lucha por la igualdad", pero también señala síntomas alarmantes, como la "diferente" evolución de la actitud de los jóvenes respecto a la violencia de género. La mayoría declara que es un problema social grave, pero la proporción de chicos y chicas jóvenes que niega o resta importancia a este asunto ha crecido desde 2017.
Concretamente, el informe califica de "especialmente preocupante" el porcentaje de varones jóvenes que niegan que la violencia de género sea una realidad y la califican de "invento ideológico". Desde 2017, la tasa ha subido ocho puntos, pasando del 11,9% al 20%. Es decir, que ha crecido un 40% el número de jóvenes de 15 a 29 años que rechazan que la violencia de género exista. Aunque en menor medida, también se aprecia un incremento de esa percepción entre las mujeres adolescentes y jóvenes, que han pasado de ser el 5,7% en 2017, al 9,3% este año.
"La visibilización del feminismo puede haber provocado un efecto reactivo en los hombres que se sienten amenazados"
Este aumento de las reticencias hacia los conceptos de desigualdad y violencia de género puede tener su germen en la mayor visibilización del movimiento feminista en los últimos años "y a la politización de las mujeres", explica a 20minutos uno de los principales investigadores del estudio, Daniel Calderón. Así, el aumento de la presencia de los discursos y reivindicaciones feministas en el día a día político, cultural y social, "puede haber provocado un efecto reactivo en los hombres que se sienten amenazados y terminan adoptando este tipo de posturas", detalla Calderón.
El investigador asegura que también han influido otros factores como el "polarizado" escenario político actual, "en el que determinadas posturas que antes no se hacían explícitas, ahora sí". Se refiere Calderón al "rechazo directo" a la lucha de género o incluso a la negación de la existencia de una desigualdad que va ligado a ciertos partidos políticos. "Está en el discurso mediático, y eso también influye en la opinión", asevera.
Distinta evolución
El informe destaca también la desigual evolución de las posturas sobre el tema. Por ejemplo, si bien ha aumentado de forma generalizada el porcentaje de jóvenes que se consideran feministas desde 2017 -21 puntos más en el caso de las mujeres y 9,6 en el de los hombres- el barómetro advierte de los "retos" que permanecen, ya que la tasa de chicos feministas "se viene reduciendo desde 2019".
Los datos del informe muestran que cada vez son más las chicas que consideran que la violencia de género es un problema social muy grave; situación que marca una tendencia contraria en el caso de los chicos. Si hace cuatro años lo creía el 54,2%, este año la proporción de jóvenes varones que considera que la violencia de género es preocupante no supera el 50%.
También se aprecian diferencias si se tiene en cuenta la desigualdad. La mayoría de las chicas adolescentes y jóvenes -72,9%- considera que las desigualdades de género en España son "grandes o muy grandes". En el caso de los chicos jóvenes, no llega ni a la mitad de los encuestados -42,6%-. Es decir, uno de cada 10 considera que no existen, lo que a su vez significa una reducción de la percepción de la desigualdad (de 2 a 4 puntos) respecto a 2017.
Con todo, todavía es pronto para hablar de un cambio de tendencia. Calderón recuerda que los datos actuales se están comparando con los de 2017, justo antes de que las movilizaciones feministas ganaran especial protagonismo en España, por lo que habrá que esperar al próximo barómetro -previsto para 2023- para empezar a sacar conclusiones.
Situaciones de violencia y normalización de los celos
La mayoría, tanto de chicos como de chicas, coincide en un asunto: la importancia de que cada cual tenga su propio espacio. Pero hay una "mayor propensión al control entre los hombres": un 18,1% destaca que es normal mirar el móvil de la pareja, frente al 12,7% de ellas; también son más los varones que ven en los celos una prueba normalizada del amor (28% entre ellos, 15% entre ellas).
"Deja de ser control cuando ya es violencia explícita, ahí ya vemos porcentajes terribles de gente que dice que les fuerzan a tener relaciones sexuales cuando no quieren, que les humillan, les pegan, etc. Esto es algo que nos preocupa muchísimo", ha lamentado la subdirectora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad, Anna Sanmartín, añadiendo que las jóvenes "declaran cada vez más haber sufrido violencia de sus parejas".
"Vemos porcentajes terribles de gente que dice que les fuerzan a tener relaciones sexuales cuando no quieren"
El estudio indica que las formas de violencia en la pareja sufridas más habituales entre las mujeres son revisar el móvil (21,8%), forzar una relación sexual no deseada (20,5%), controlar toda la actividad (18,2%), controlar con quién puede salir o hablar y dónde (17,2%) e insultar y humillar (16,7%). En el caso de los hombres, revisar el móvil (15,4%), controlar toda la actividad (11,5%) y tratar de que no vea a sus amistades (10,5%) se sitúan por encima del 10% de casos.
"No dar por hecho que vienen con la igualdad interiorizada"
Los caminos que plantea la entidad para atajar esta deriva pasan por seguir monitorizando las percepciones de los jóvenes y mostrar las tendencias para "concienciar y sensibilizar", yendo a la raíz en la que muchas veces está el problema: el concepto de feminidad y de masculinidad.
El factor más importante, según Calderón, es la educación, que debe perfeccionarse "en todos los ámbitos". "Porque lo que está claro es que los estereotipos de género y las percepciones más tradicionales sobre las relaciones de pareja se consolidan desde la base central que se adquiere con la educación, en todos los ámbitos.", añade.
"Lo primero es no dar por hecho que es una generación que viene con la igualdad interiorizada. No podemos permitir ir hacia atrás con lo que cuestan estos cambios", ha advertido Sanmartín.
Es precisamente en los estereotipos, en qué características se asocian a chicas y chicos, a lo que han dedicado uno de los apartados del estudio. La evolución desde 2017 muestra que se ha producido una reducción de algunos estereotipos tradicionales, como la asociación de las mujeres con la preocupación por la imagen o la asociación de los hombres con la posesividad y los celos.
Sin embargo hay otros que muestran una tendencia creciente, como la presión de sentirse atractiva físicamente (la notan el 46% de ellas) o, en el caso de ellos, la presión para ocultar la tristeza (el 36,9% lo sufre).
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