El juez Llarena defiende ante el tribunal italiano que la euroorden contra Puigdemont sigue activa

El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante una entrevista la semana pasada.
El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante una entrevista la semana pasada.
STEPHANIE LECOCQ / EFE
El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante una entrevista la semana pasada.

La euroorden de detención dictada el 14 de octubre de 2019 contra el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont sigue activa. Así lo asegura el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena en una comunicación remitida este viernes al Tribunal Apelación de Sassari, en Italia, del que dependería la posibles extradición a España del expresident, detenido este jueves. La comunicación de Llarena es un misil a la línea de flotación de la defensa de Puigdemont, que defiende que la euroorden quedó en suspenso cuando el instructor de la causa envió unas cuestiones prejudiciales al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en marzo de este año para determinar las razones por las que otro país europeo podía rechazar la euroorden contra Puigdemont.

"Le participo que el procedimiento judicial del que deriva la euroorden está activo y pendiente de la captura de los procesados en situación de rebeldía", señala Llarena en el escrito. Sobre las dudas en torno a las dudas que expuso ante el TJUE y que vinieron motivadas por el rechazo de Bélgica de entregar a España al también prófugo, el exconseller Lluis Puig, el juez asegura que su tramitación "no modifica la situación en la que se encuentra actualmente el procedimiento". 

Todo ello, "sin perjuicio de que [la euroorden] deba acomodarse en su día a la interpretación que del derecho europeo, y sobre las estrictas cuestiones suscitadas, realice el TJUE". Además, Llarena también ha solicitado la traducción al italiano de la orden de detención europea y de la cuestión prejudicial planteada a Europa, estimando que se entreguen el próximo lunes.

Prófugo de la justicia española desde 2017, cuando huyó a Bélgica ante la inminente querella contra él de la Fiscalía por el referéndum del 1-O y la aplicación del artículo 155, Puigdemont fue detenido este jueves en el aeropuerto de Alguer nada más bajar del avión. La oficina del expresident confirmó la detención y aseguró que pasará este viernes a disposición de los jueces de la Corte de Apelación de Sasser, que es competente para decidir sobre su puesta en libertad o su posible extradición a España.

Puigdemont, en concreto, viajó el jueves a Cerdeña con la intención de participar al día siguiente en una recepción institucional que el síndico de la ciudad de Alguer iba a ofrecer a autoridades catalanas, entre ellas la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y la consellera de Acción Exterior, Victòria Alsina. Ese encuentro había sido coordinado por la asociación Adifolk, dedicada a la difusión de la cultura y el folclore catalanes. Se ha de tener en cuenta que en la localidad de Alguer se habla catalán y la ciudad sarda forma parte de los llamados Països Catalans en el ideario independentista.

Cabe recordar que el expresidente no cuenta ya con inmunidad parlamentaria -es eurodiputado- porque la Eurocámara se la levantó a finales del pasado mes de julio. Esa inmunidad la han perdido tanto él como Clara Ponsatí y Toni Comín. Los tres están huidos de la justicia desde hace cuatro años, cuando se celebró el referéndum ilegal del 1-O.

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