La recuperación está en marcha, es sólida y va más allá de la "volatilidad" de los indicadores económicos. Con este convencimiento se ha expresado la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en su comparecencia en el Congresos sobre los fondos europeos, en la que se ha referido indirectamente al jarro de agua fría que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha vertido sobre la economía española tras revisar a la baja sus cálculos de crecimiento: el PIB subió de abril a mayo, pero la subida fue un 60% menor de lo esperado, ya que se pronosticó un 2,8% y terminó siendo un 1,1%.

"Los indicadores y las conversaciones que tengo a diario con ciudadanos y empresas me dicen que la recuperación está en marcha y es muy intensa", ha respondido Calviño ante las críticas de PP y Vox. El diputado popular Pablo Hispán le ha criticado por haber presentado el martes, tras el Consejo de Ministros, un cuadro macroeconómico con un crecimiento superior al reflejado hoy por el INE. "Lo peor es que el INE depende de usted. Usted se corrige a usted", ha lanzado el diputado. "Es difícil que se cumplan sus predicciones, pero aunque se cumplan, en 2022 recuperaremos el nivel de 2019 habiendo perdido tres años", ha asegurado el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros.

El INE enfría el optimismo del Gobierno sobre la recuperación: España creció casi dos puntos menos de lo anunciado

"Me sorprende que les sorprenda que haya revisiones", ha replicado Calviño, visiblemente molesta con el PP por insinuar que ella controla el INE. Así, se ha escudado en la "volatilidad" de los indicadores "en un contexto de pandemia" y ha rechazado que vaya a rehacer el cuadro macroeconómico ya presentado, que acompañará a los próximos Presupuestos Generales del Estado que el Ejecutivo prevé presentar en una o dos semanas. "Igual que no revisamos al alza nuestras cifras cuando hay noticias positivas, tampoco procede revisar cuando hay otro tipo de ajustes", ha insistido Calviño, tras recordar que esta misma semana el Banco de España y la OCDE han modificado sus cálculos al alza. 

El primero de ellos cifra ahora un repunte del PIB del 6,3% para este año y de un 5,9% para el siguiente y la OCDE, aún más optimista, marca que la española será la economía europea que más crezca en los próximos dos años con un 6,8% en 2021 y un 6,6% en 2022. El Gobierno, por su parte, calcula que España crecerá un 6,5% este año y un 7% el siguiente. "Si se mantiene la tendencia, todo apunta a que la economía española recuperará los niveles de PIB y empleo antes de que acabe el año en curso", señaló Calviño el martes desde Moncloa, un discurso en el que ha insistido este jueves. 

A lo largo de su intervención ha repetido al menos en un par de ocasiones que antes de final de año España recuperará los números de actividad diaria que se registraron antes de la pandemia. Calviño ha dado también por hecho, por el avanzado ritmo de la vacunación y el levantamiento de las restricciones de movilidad que han caracterizado la pandemia, que la actividad turística se recuperará a un nivel próximo a la mitad de la actividad de 2019 que fue “un año récord”.

De la misma forma, la vicepresidenta ha fiado la recuperación a la inversión y a la demanda nacional e internacional, aunque es en estos epígrafes en los que la corrección del INE ha sido mayor. La demanda nacional ha crecido 2,1 puntos, aunque la subida prevista era de 3,6. Esto responde a que entre abril y junio el gasto de los hogares, pese a aumentar con fuerza (4,7%) lo hizo menos de lo esperado (6,6%). Respecto a la inversión, cayó un 3,1% en vez de un 1,5% por el descenso del 4,3% de la inversión empresarial y en la vivienda, que se contrajo un 1,5%. Respecto a la demanda externa, su aportación al PIB fue negativa, pese a que incluso crecieron las exportaciones casi un 1% y las importaciones (4,2%).

Esto no parece preocupar a la vicepresidenta, que respecto al consumo ha dado por hecho que "la reducción de la incertidumbre" está permitiendo que los ciudadanos gasten parte del ahorro acumulado en la pandemia, que ha cifrado en 50.000 millones de euros. Además, ha señalado que los datos de gasto con tarjeta se han situado durante este año superiores a los de 2019, alcanzando en las últimas semanas aumentos cercanos al 40%. También ha asegurado que el ritmo de recuperación ha sido "particularmente intenso" en los sectores de alojamiento y restauración, "dos de los más castigados por la pandemia", que están ya por encima de los niveles de 2019.