En una rueda de prensa ofrecida en Oviedo y a preguntas de los periodistas sobre los plazos para la puesta en funcionamiento, Sánchez ha recordado que las pruebas y las obras que restan se prolongarán hasta finales del año 2022. Con posterioridad llegará la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, requisito que establecerá la fecha exacta para que comience a operar la línea.
Será "un plazo razonable", confía la ministra. "Si no hay problemas, en el primer trimestre de 2023", ha añadido en una comparecencia en la que estuvo acompañada por el presidente de Asturias, Adrián Barbón.
Tras participar en el primer trayecto en pruebas entre La Robla (León) y Campomanes (Asturias), Sánchez ha dicho que eso refleja el "compromiso real" del Gobierno con una obra que lleva muchos años ralentizada por diferentes estudios y análisis. "Pero es verdad que este gobierno ha hecho un esfuerzo ingente para poder anticipar lo antes posible su puesta en funcionamiento", ha comentado.
La variante de Pajares, de 49 kilómetros de longitud entre La Robla (León) y Pola de Lena (Asturias), optimizará los tráficos de alta velocidad y mercancías entre León y Asturias. Con su construcción se busca reducir significativa del tiempo de viaje en el trayecto Madrid-Valladolid-León-Oviedo/Gijón, evitando el complicado tránsito por la actual rampa de Pajares.
La obra de la variante comenzó en el año 2004 y para su ejecución se han invertido más de 3.700 millones, en unas obras que han sufrido diferentes retrasos e imprevistos. Ahora el tren estará funcionando en pruebas por el nuevo trazado antes de que los ciudadanos puedan utilizarlo.
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