El objetivo era explicar las medidas y buenas prácticas para acelerar el proceso de restauración y rehabilitación de estos terrenos, fundamentalmente, alcornocal, eucaliptal, así como de pastizales en zonas adehesadas y matorral.

Además de los temas selvícolas, se abordó la gestión administrativa post-incendio con la participación del personal del Servicio de Ordenación y Gestión Forestal de la Junta de Extremadura, informa la Junta en nota de prensa.

El encuentro se ha organizado con el propósito de asesorar a los propietarios y gestores de zonas afectadas. El programa incluyó una presentación sobre las pautas para la interpretación y diagnóstico de los efectos del fuego.

También se informó de las medidas de protección del suelo para poder contener la erosión después del incendio: siembras, utilización de acolchados y acciones necesarias para la disminución del efecto de las lluvias en el arrastre y movimiento de cenizas y suelo.

Otro de los aspectos de interés fue la gestión y manejo del rebrote natural de los árboles afectados por el fuego. El alcornoque está muy adaptado a estas situaciones debido a la protección que le proporciona la corteza del árbol, el corcho, y por su capacidad de rebrotar después de un incendio.

Por otra parte, se expusieron las recomendaciones a seguir en el descorche (saca de corcho) de alcornocales incendiados.Esta jornada, celebrada en Alburquerque, ha contado con la participación de Enrique Cardillo, Ramón Santiago y José Berdón, del Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal.

El estudio de los efectos del fuego y la restauración de alcornoques incendiados es una línea de trabajo que este Instituto comenzó a desarrollar tras los grandes incendios que afectaron a algunas zonas de Extremadura en 2003. Parte de sus resultados están recogidos en el Libro "El Alcornocal y el fuego", que se puede descargar en la web de Cicytex.

El encuentro contó también con la intervención de Valentín Maya, del Instituto de Investigaciones Agrarias Finca La Orden-Valdesequera; y Fernando Gamero y Carmen Pérez, del Servicio de Ordenación y Gestión Forestal de la Junta de Extremadura.