Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) se ha marcado como objetivo fundamental entrar en la movilidad compartida a nivel metropolitano a partir del año 2025. La presidenta de TMB, Rosa Alarcón, ha explicado este jueves tras la reunión del Consell Assessor parte del Plan Estratégico 2025 (y con la mirada puesta hasta 2030), que dentro de cuatro años, quieren convertirse "en la principal empresa de servicios de movilidad de Cataluña".
Esto supondrá un cambio conceptual muy importante que va a ir más allá del metro y del autobús como servicios "troncales" de transporte público en Barcelona. E incorporará en los recorridos gestionados por TMB bicis, motos, patinetes eléctricos e incluso coches, en modalidad compartida, que permitan iniciar y acabar la ruta del viajero en la red pública de movilidad sin utilizar métodos de transporte privados.
"Cuantas más personas usen el transporte público, mejor", ha asegurado Alarcón respecto a este ambicioso proyecto de movilidad urbana, acompañada del consejero delegado de TMB, Gerardo Lertxundi.
También ha comentado que la idea es mantener metro y bus como servicios "troncales" de TMB, pero permitir que aquellos usuarios que tienen un acceso lejano o complicado a ellos, puedan acercarse usando las diferentes ofertas de sharing que planea TMB a medio plazo.
"Empezaremos a aplicar las bicicletas a nivel metropolitano y es lo que tenemos estudiado como servicio público metropolitano. Terminaremos de ver como lo hacemos con las motos y los patinetes. No está cerrado aún" (Rosa Alarcón, presidenta de TMB)
Este cambio de estrategia en movilidad urbana, bajo criterios sostenibles y de intermodalidad entre los diferentes medios de transporte público, llevará a TMB a introducirse en el modelo del vehículo compartido, ya sea la mencionada bicicleta como la moto, el patinete eléctrico e incluso el coche.
A parte de la bici, que sí que se introducirá en 2025 en 15 municipios del área metropolitana con 2.000 vehículos (tal y como avanzó en julio Antoni Poveda, consejero delegado del Àrea Metropolitana de Barcelona, AMB), y que ha de salir a concurso como paso previo a la licitación a lo largo de este trimestre, el resto de modelos de sharing están por definir y en un estado muy embrionario, ha indicado Alarcón.
Sobre la bici, la presidenta de TMB tampoco ha querido avanzar muchos más detalles, a la espera de presentar el pliego de condiciones: "Empezaremos a aplicar las bicicletas a nivel metropolitano y es lo que tenemos estudiado como servicio público metropolitano. Terminaremos de ver como lo hacemos con las motos y los patinetes. No está cerrado aún".
Pero si los datos aportados por Poveda siguen siendo correctos, este nuevo Bicing metropolitano sería compatible con el de Barcelona y sustituiría al e-Bicibox que da servicio al Baix Llobregat.
"Complemento" del transporte público, no su competencia
Alarcón ha remarcado que la intención de la operadora de transporte público barcelonés es la de ofrecer estos nuevos métodos de movilidad (con las máximas garantías de sostenibilidad) "como un elemento para complementar el propio transporte público y como una aportación" al mismo, no como una competencia ni con otras compañías de sharing que operan en la capital catalana ni tampoco con el propio vehículo privado.
Y toda esta revolución en el concepto de transporte público la afronta la empresa en una coyuntura de plena recuperación postpandémica, un periodo en el que la pérdida de viajeros y económica ha golpeado al operador. En 2020, y gracias a aportaciones públicas y a recursos propios, la empresa tuvo un superávit simbólico de un millón de euros.
En este punto, Alarcón ha pedido mayor financiación pública para mejorar la red de metro y bus actual, introducirse en el sharing y "liderar la movilidad sostenible en 2025". En este horizonte se plantean que "el 65% de los desplazamientos en Barcelona se hagan en transporte público (bus y metro) frente a un 35% en coche privado", lo que supondrá 2,3 millones de usuarios diarios en días laborables, un 10% más que en 2019.
Actualmente, y en el escenario de la pandemia, hay un 51% de movilidad en transporte público frente a un 49% en vehículo propio, una tendencia que se irá decantando hacia el metro y el autobús en los próximos meses, ha asegurado Alarcón, a medida que avance la normalidad. "Somos un termómetro de la situación", ha indicado.
El Plan Estratégico plantea que "el 65%
de los desplazamientos en Barcelona
se hagan en 2025 en transporte público (bus y metro) frente a un 35% en coche privado", lo que supondrá 2,3 millones de usuarios diarios, un 10% más que en 2019
Apuesta por el 'sharing' sin descuidar el metro y el bus
La entrada en el sharing de TMB, no impide que la compañía siga intentando alcanzar otros objetivos, como una disminución de 17.000 toneladas de CO2 en 2025 y una reducción del consumo energético en la red de metro de un 6% a partir de tecnologías que permitan reaprovechar la propia energía generada por los convoyes del suburbano.
También se quiere que, en 2024, el 100% de las estaciones del suburbano sean accesibles; abrir el tramo central de la L9; añadir 96 nuevos trenes y poner en marcha dos nuevas estaciones en la L1 (Badalona), otras dos más en la L3 (Esplugues de Llobregat) y otras tres en la L4, también en Badalona.
Primer bus semidirecto a partir del lunes
Tampoco se deja de lado la red de autobús, que el próximo lunes inaugura el primer servicio semidirecto X1exprès, que cruzará la ciudad (de Glòries a Zona Universitària, pasando por el centro) en apenas 20 minutos y con cuatro únicas paradas.
El Plan Estratégico que este lunes ha discutido el Consell Assessor de TMB contempla asimismo de cara a 2025 ganar un 10% en velocidad comercial de las principales líneas de la red de autobús, que implican al 85% del pasaje total, que se hará con mejoras en las prioridad semafórica, en las vías o con la creación de más carriles bus.
Del mismo modo, se incorporarán 508 autobuses de energía limpia, de los que 233 serán eléctricos y 46 de hidrógeno. Las mejoras en metro y bus irán llegando entre 2022, año del centenario de la red de transporte público en superficie, y 2024, el de los 100 años del suburbano.
Entre ellas, destaca igualmente un proyecto piloto de un vehículo autónomo en el polígono industrial de Zona Franca y la ampliación del servicio de bus con paradas a demanda del viajero en 20 líneas de proximidad que discurren por medio centenar de barrios.
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