Madrid es históricamente una capital vacía en agosto. El grueso de la población se marcha de la ciudad para disfrutar de sus vacaciones de verano... y este año esas semanas de descanso han tenido un reflejo indiscutible en el ritmo de la campaña de vacunación contra la Covid-19, que se mantiene al ralentí desde hace más de 20 días. 

Goteo constante de madrileños, sin filas y muchos niños en el primer día de vacunación sin cita en el Wizink

El pasado julio, la inmunización en la comunidad adquirió velocidad de crucero con la progresiva apertura de citas a los menores de 40 años, un colectivo muy nutrido en la región. El día 7 de julio, la Sanidad madrileña logró su récord histórico de pinchazos desde que se comenzó a vacunar en diciembre de 2020: fueron 109.730 en 24 horas. Al día siguiente y una semana después, el día 15, se volvió a superar esa barrera de las 100.000 dosis diarias, convirtiéndose estos días en todo un hito en la campaña.

Las cifras que se anotaron en julio no han vuelto a repetirse en agosto. Es el efecto 'vacaciones de verano'. Para medir su dimensión basta con comparar los datos de vacunas que facilita la Comunidad de Madrid a diario. Entre el 1 y el 23 de julio, se administraron en los puntos de inmunización de la comunidad 1.842.519 dosis contra la Covid-19. En el mismo periodo de agosto, los pinchazos administrados ascienden a 1.003.331. Un total de 839.188 dosis menos. 

Mientras que en julio, que finalizó con 2.332.917 dosis inoculadas en la comunidad, se necesitaron solo 13 días para superar el millón de dosis inoculadas en la región, agosto ha precisado el transcurso de 23 jornadas para superar esa barrera. De media, cada día del séptimo mes del año se pusieron 75.255 dosis, un indicador que ha bajado hasta las 43.623 en agosto (contabilizando el periodo entre el día 1 y el 22), lo que arroja una diferencia de 31.622 vacunas diarias.

La Consejería de Sanidad madrileña es consciente de esta situación. No en vano, sobre las citas concedidas para las últimas semanas ha llegado a gestionar hasta un 40% de cambios de fecha para las segundas dosis. La razón de esas modificaciones es la misma: los ciudadanos se encuentran fuera de sus domicilios habituales para el día en la que han sido citados y posponen la puesta de la vacuna.

El departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero reconoce el frenazo, pero lo pone en el contexto de vacaciones que se vive en la comunidad desde hace semanas y no lo valora tan negativamente. Para tratar de contrarrestarlo, eso sí, ha flexibilizado el acceso a la vacunación. Desde el día 13 de agosto se vacuna sin cita previa por las noches en el Wizink Center y en el hospital Enfermera Isabel Zendal. Y el primero de estos puntos de inmunización amplió aún más su disponibilidad este martes: las personas que acudan sin cita podrán vacunarse las 24 horas del día todos los días de la semana para todos los madrileños desde 12 años de edad.

Precisamente, en las primeras horas de dispositivo, la mayoría de personas que acudieron a vacunarse fueron menores de edad. Este colectivo de población es uno de los que está accediendo de forma mayoritaria a la vacunación en los últimos días porque muchas familias quieren que empiecen el curso escolar con al menos una dosis puesta. La Consejería de Sanidad aspira a que el 95% de jóvenes de 12 a 15 años tenga la mitad de la pauta para el día de vuelta al cole.

Con septiembre a la vuelta de la esquina, a Madrid apenas le quedan unos días de éxodo veraniego mayoritario. Progresivamente, los madrileños irán regresando a sus domicilios y los que tienen pendiente alguna de las dosis de la vacuna acudirán a ponérsela. Sanidad no teme que esta coyuntura cree una suerte de cuello de botella en la vacunación y confía en que los 47 puntos de inmunización activos absorban la demanda creciente que se espera con el fin de las vacaciones.