Pesadilla en Kabul: "Estamos escondidos en casa desde que los talibanes llegaron. Temo por mi vida y la de mi familia"

  • Un joven afgano relata a '20minutos' la "pesadilla" en la que vive desde que los insurgentes controlan el país. 
  • Hace años estudió en España y sus antiguos compañeros piden a las autoridades que le permitan venir como refugiado. 
Combatientes talibanes montan guardia fuera de la zona donde se encuentran la mayoría de las embajadas en Kabul.
Combatientes talibanes montan guardia fuera de la zona donde se encuentran la mayoría de las embajadas en Kabul.
Stringer / EFE / EPA
Combatientes talibanes montan guardia fuera de la zona donde se encuentran la mayoría de las embajadas en Kabul.

El domingo, el mundo de H. tal y como siempre lo había conocido se vino abajo. Los insurgentes lograban tomar Kabul, declarando con ello su victoria en Afganistán, y el miedo se apoderaba de este joven. Desde entonces ni él ni su familia han pisado la calle ante la inquietud de que cualquier circunstancia o movimiento ponga en riesgo su integridad física. "Estamos escondidos en casa. Temo por nuestras vidas. Los talibanes no creen en la democracia ni en los derechos humanos", relata al otro lado del teléfono desde la capital afgana. 

La preocupación de este chico, que por seguridad pide permanecer en el anonimato, no es infundada. Sabe de amigos que han sido interceptados e interrogados sobre a dónde iban y a qué cuando han salido a la calle. "El control y la vigilancia son absolutos", cuenta. Su situación se complica al pertenecer a dos minorías que están perseguidas y necesitan especial protección -los hazaras y los chiítas- y al haber trabajado su padre y su hermana para el anterior Gobierno. 

El país asiático conoce bien de lo que el grupo fundamentalista es capaz después de haber estado bajo su yugo entre 1996 y 2001. Ejecuciones públicas, latigazos o estrictas reglas para vestir, con la obligatoriedad del burka para las mujeres, eran solo algunas de las prácticas habituales de un régimen que cayó tras la intervención de Estados Unidos. Dos décadas después, la polémica retirada de las tropas internacionales ha vuelto a sumir a la población en una "pesadilla", porque pocos se creen la imagen de moderación que los talibanes están intentando proyectar ahora.

"Están diciendo muchas cosas porque buscan el apoyo de la comunidad internacional. Pero poco después de que empiecen a gobernar veremos su verdadera cara", manifiesta H. con convicción y aún en "estado de shock" por lo que está ocurriendo: "Jamás pensé que esto pudiese pasar. No lo entendemos. Hace tan solo unas semanas parecía que todo era estable. Y ahora 33 de las 34 provincias están en manos de los talibanes".

"Jamás pensé que esto pudiese pasar. No lo entendemos"

Esa sorpresa por la rapidez con la que Afganistán ha sucumbido es generalizada. La caída del Gobierno ha pillado desprevenido al mundo y ha puesto de manifiesto la fragilidad del sistema político y el hecho de que los fundamentalistas no habían sido derrocados. No en vano durante los últimos veinte años han seguido realizando acciones armadas y lanzando ofensivas contra al Ejército nacional y las soldados extranjeros.

El joven reconoce que las explosiones eran habituales, que existía una fuerte presencia militar en las calles con el fin de aportar sensación de seguridad y que el Ejecutivo era "muy corrupto" pero pone en valor la libertad con la que ha crecido. "Ahora no podemos ni protestar", lamenta, mientras ni siquiera sabe si la semana que viene podrá retomar sus estudios en la universidad.  

Refugio en España

Este afgano quiere ponerse a salvo, y poner a salvo a sus padres y a sus hermanos, y una forma de lograrlo sería llegar a España en calidad de refugiados. Sus intentos de contactar con la embajada, tanto en Kabul como en Islamabad, no han prosperado por lo que ha pedido ayuda a los amigos que hizo durante el curso de intercambio que realizó hace tres años en una facultad española. 

"Un corredor humanitario"

  • La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha reclamado a España que defienda y promueva en la UE la puesta en marcha de corredores humanitarios que faciliten la llegada y posterior acogida de las personas refugiadas obligadas a huir de Afganistán. "No podemos permitir que se repita lo ocurrido en 2015, cuando miles de personas murieron tratando de alcanzar Europa en busca de protección, principalmente por la guerra de Siria. Los países europeos deben facilitar vías de acceso seguras que salven vidas comprometiéndose a acoger a personas que se encuentran en esta grave situación", reclama su directora general, Estrella Galán.

Así es como ha surgido una campaña en Change.org que en menos de 24 horas roza las 40.000 firmas. "H. es nuestro compañero y amigo", afirman los impulsores, quienes reclaman a los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa apoyo urgente para él y su familia. 

"Somos conscientes de que su caso es una gota en un océano de dolor y sufrimiento al que asistiremos en las próximas semanas y de que hay miles de personas que se encuentran en la misma situación, pero no podemos quedarnos quietos. No pueden quedarse allí. Su vida corre un extremo peligro", concluyen. 

El Gobierno de Pedro Sánchez ha enviado a Kabul tres aviones de las Fuerzas Armadas y H. considera que sería un buen momento para salir del país. Estas aeronaves -la primera de las cuales ya ha aterrizado- tienen sin embargo como misión repatriar solo a ciudadanos españoles y a sus colaboradores afganos. Las cosas se complican para el resto de los civiles que quieren huir después de la difusión además de informaciones que apuntan a que los talibanes estarían impidiendo a la población acceder al aeropuerto. 

"Si no me puedo marchar en avión lo haré a través de Pakistán. Esa es una ruta peligrosa pero no podemos quedarnos aquí", insiste H., inmerso en una situación que evidencia que no es difícil retroceder en derechos. 

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