La Sociedad Catalana de Obstetricia y Ginecología (SCOG) y el Consejo de Colegios de Médicos de Catalunya (CCMC) se han comprometido este jueves a promover la sensibilización y la formación de los profesionales sanitarios para evitar situaciones de violencia obstétrica, que es la ejercida contra las mujeres embarazadas o en labor de parto.

Lo han hecho en un comunicado conjunto este jueves a raíz del debate generado por la posible incorporación del concepto en la reforma planteada por el Ministerio de Igualdad de la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, la llamada ley del aborto.

En el texto, los médicos catalanes han reconocido el rechazo que genera la expresión "violencia obstétrica" entre los sanitarios, "en la medida que sugiere intencionalidad y voluntad de ejercer violencia contra las mujeres", y han lamentado que su inclusión en la ley es percibida por algunos trabajadores como una desconfianza hacia su profesionalidad.

También han mostrado su preocupación por la posibilidad "que la asimilación jurídica de la violencia obstétrica con la de violencia de género pueda implicar la criminalización de profesionales" y han reivindicado el compromiso ético y de mejora continuada de los profesionales sanitarios.

Con todo, han recordado que esta expresión ha sido reconocida internacionalmente por la ONU y por la Comisión Europea, y que ha sido definida y regulada por la Generalitat, y han considerado conveniente "superar el rechazo que el término provoca de entrada para captar su significado real y entrar en el debate de las cuestiones de fondo".

Así, las organizaciones recuerdan que la violencia obstétrica se produce cuando los facultativos "dificultan a las mujeres la toma de decisiones libre y autónoma sobre su cuerpo y sobre su salud sexual y reproductiva", por ejemplo, aplicando un exceso de medicación o haciendo patológicos los procesos naturales de embarazo, parto y lactancia.

Un problema real

La SCOG y el CCMC han recordado que "la inadecuación de los actos asistenciales a las expectativas, preferencias o necesidades de las mujeres en el proceso de parto y puerperio existe y es frecuente" y han afirmado que negar esta realidad erosiona la confianza entre mujeres y profesionales.

Han asegurado que la violencia obstétrica "tiene consecuencias graves para la salud de las mujeres", e incluso para los propios sanitarios, y aseguran que conviene reconocerla y profundizar en su conocimiento y en la formación de profesionales y sociedad a través de un debate constructivo y propositivo, en sus palabras.

Por ello, el comunicado refleja el compromiso de la SCOG y el CCMC a la hora de emprender iniciativas divulgativas, de sensibilización y de formación para los profesionales y expresa el "compromiso, empatía y respeto a las mujeres y sus valores, que son el verdadero motor de esta acción transformadora".