Así lo ha anunciado el eurodiputado socialista Marcos Ros, quien ha señalado que la Consejería de Educación de la Región de Murcia aprobó una instrucción que "obligaba a todos los centros educativos a pedir una autorización expresa de los padres para que sus hijos participen en cualquier actividad que afecte a cuestiones morales socialmente controvertidas o sobre la sexualidad, que puedan resultar intrusivos para la conciencia y la intimidad".

Ros ha recordado las declaraciones de la presidenta de la Comisión Europea hace unos días, en las que defendía que la reciente reforma legislativa del Gobierno húngaro que prohíbe el contenido LGBTI es "una media discriminatoria y contraria a los valores fundamentales de la UE".

En este sentido, el eurodiputado del PSOE ha señalado que "el veto parental del Gobierno regional permite análogamente restringir el acceso a la educación en materia sexual y afectiva, dejando su ejecución a la voluntad parental, contraviniendo el derecho de todos los menores a una educación integral y fomentando la discriminación".