Los ex 'consellers' Santi Vila, Meritxell Borràs y Carles Mundó, han acabado de cumplir este miércoles su pena de 20 meses de inhabilitación para cargo público que les impuso el Tribunal Supremo por un delito de desobediencia por la organización del referéndum del 1-O. Además, les impuso 60.000 euros de multa a cada uno, que en el caso de Mundó y Borràs se pagaron con aportaciones de la Caixa de Solidaritat. Son los tres primeros condenados por el 1-O que ya han cumplido su pena, puesto que los otros nueve están en prisión con penas de 9 a 13 años por sedición y malversación.

La fiscalía pedía para cada uno siete años de prisión y 16 de inhabilitación por malversación de fondos públicos, que el tribunal descartó al no encontrar ningún gasto de sus departamentos por el 1-O. En el mismo sentido, a pesar de formar parte del gobierno de Puigdemont e impulsar las leyes de desconexión, tampoco los consideraron ni autores ni participantes de la sedición. La Abogacía del Estado pedía siete años de prisión y diez de inhabilitación, mientras que Vox pedía 24 años de prisión.

A día de hoy, los tres están fuera de la política y trabajan en el sector privado, aunque si quisieran ya podrían volver para ocupar algún cargo público. Además, Mundó presentará recurso contra su pena al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, después de que el Tribunal Constitucional confirmara la sentencia del Supremo. Vila pasó una noche en prisión preventiva, después de pagar una fianza. Mundó y Borràs estuvieron poco más de un mes, en noviembre del 2017, y salieron justo al inicio de la campaña electoral del 21-D.