La encuesta 'secreta' del CIS para el 4-M no anticipó el sorpasso al PSOE ni la gran ventaja de la derecha

Ayuso pide al PP intentar no frenar "la ilusión" que comenzó en Madrid: "Ha cambiado el tablero"
Ayuso pide al PP intentar no frenar "la ilusión" que comenzó en Madrid: "Ha cambiado el tablero"
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Ayuso pide al PP intentar no frenar "la ilusión" que comenzó en Madrid: "Ha cambiado el tablero"

La encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en los últimos días de la campaña de las elecciones madrileñas del 4 de mayo no captó, como tampoco lo hizo su sondeo flash, ni el 'fenómeno Ayuso' ni el 'sorpasso' de Más Madrid al PSOE. Además, situaba a los dos bloques en un empate técnico, pues la suma de PP, Ciudadanos y Vox y la de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos obtenían un 34,3% de intención directa de voto.

Son las principales conclusiones del sondeo que realizó el organismo dirigido por José Félix Tezanos y que fue polémico por las fechas en las que se realizaron las 3.000 encuestas en las que se basan las estimaciones. El CIS cambió esta vez la metodología de trabajo y optó por realizar encuestas también entre los días 27 de abril y el 3 de mayo, la jornada de reflexión, pese a que en esas fechas, por ley, no se podían publicar encuestas, por lo que la oposición criticó la decisión de Tezanos y sembró las sospechas de que se estuviera haciendo la encuesta para dársela a conocer al PSOE.

Sea como fuere, al igual que pasó en la encuesta flash, el CIS volvió a no captar el movimiento de los electores. En la última, daba ganador de los comicios al PP de Isabel Díaz Ayuso con un 27,3% de intención de voto, pero ponía al PSOE en segunda posición con un 13,7%. Cierto es que la encuesta captó la tendencia ascendente de Más Madrid, que pasaba del 10,4% al 12,8%, mientras que el PSOE se dejaba 3,5 puntos en intención de voto con respecto al sondeo anterior. 

A Unidas Podemos le daba la cuarta posición con el 7,8%, delante de Vox, con un 4,6%. Sin embargo, en los comicios la formación de Rocío Monasterio quedó como cuarta fuerza con un 9,13% de los apoyos, por delante de Pablo Iglesias, que recibió el 7,21% de los sufragios.

También la diferencia de bloques terminó siendo aplastante, frente a lo que dice esta encuesta. Mientras que a ambos les da un 34,3% de intención de voto, finalmente la suma de PP, Vox y Ciudadanos (que no logró entrar en la Asamblea) fue del 57,43%, lejos del 41,03% de Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos. En la suma de intención de voto más simpatía, el CIS establecía el mismo orden: PP (30,3%), PSOE (18%), Más Madrid (15,4%), UP (8,4%), Vox (5,5%) y Cs (3,8%).

Vox crispa más que Podemos, aunque Iglesias más que Monasterio

Otro bloque de preguntas del CIS 'secreto' preguntaba sobre la crispación. Hasta un 94% de los encuestados respondieron que en la campaña había "mucha o bastante" crispación, frente a un 3% que optó por responder que "poca o nada". Asimismo, el sondeo refleja cómo los electores culpaban a Vox y a Unidas Podemos de esta situación, con porcentajes de un 41,4% y un 36,5% respectivamente. No obstante, señalaban más a Iglesias, al que casi el 40% identificaba como el principal responsable de la crispación, frente al 31% que apuntó a Monasterio.

Esta encuesta supuso un cambio en los tiempos del CIS; ya que está realizada en los últimos días de campaña. Desde la institución argumentaron que cada vez es más difícil, debido a la caída del bipartidismo y el auge de nuevas formaciones, predecir los comportamientos electorales: la gente "cada vez decide más tarde" y hay "un 20% de indecisos" a pocos días de la cita con las urnas. Así justificaron que se hiciera esta encuesta para los comicios madrileños, pero no para las elecciones vascas y gallegas de 2020, las catalanas del pasado 14 de febrero o en las dos últimas generales (el 28-A y el 10-N).

Cierto es que en todas ellas el CIS publicó una encuesta poselectoral, pero la realizó días después de conocerse los resultados. En el caso del 4-M, el trabajo de campo se llevó a cabo en los cinco días anteriores a la votación, en los que, por ley, no se pueden conocer otros sondeos. Esto levantó las sospechas de la oposición, que alzó la voz y expresó sus sospechas de que Tezanos estaba filtrando esas encuestas al PSOE.

El PP lo denunció, incluso, ante la Junta Electoral al tener el sondeo "un claro tinte electoral" con el "claro riesgo" de que la información recopilada acabase en manos del Ejecutivo. En el escrito, los populares reclamaban conocer todos los datos de inmediato y denunciaron que el CIS había "incumplido" la "obligación de notificar la realización" del sondeo, un requisito que la LOREG no contempla pero que desarrolla una instrucción de la Junta Electoral Central.

En concreto, la Instrucción 2/1993 de la JEC afirma que, cuando un organismo dependiente de la administración –caso del CIS– "realice en período electoral una encuesta sobre intención de voto, ha de comunicarlo inmediatamente a la Junta Electoral Central", para que esta informe a los partidos y para que, en consecuencia, las formaciones reclamen esa información.

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