Entrevista | Pablo Iglesias: "Estas elecciones van de democracia contra ultraderecha"

Pablo Iglesias, entrevistado por 20minutos
Pablo Iglesias, entrevistado por 20minutos
JORGE PARÍS
Pablo Iglesias, entrevistado por 20minutos
El candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, recibe a 20minutos.
JORGE PARÍS

El candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, recibe a 20minutos después de que su decisión de no debatir con Vox por poner en duda la amenaza de muerte contra él y su familia haya sacudido la campaña. Iglesias lo tiene claro: "Saben que podemos ganar".

¿Cómo valora la suspensión del debate de hoy después de que Vox haya puesto en duda las amenazas que recibió?

Creo que hemos dado un paso necesario y que, además, ha servido para que el resto de fuerzas progresistas entendieran que esto se tenía que hacer. El jueves fue un día difícil, Marlaska me dijo "ojo, que esto no es como otras amenazas". Lo que representan las cuatro balas, el tipo de letra… una serie de detalles que no quiero comentar, pero que reflejan que es una amenaza seria. Se están atravesando todas las líneas rojas, hay un clima de impunidad escandaloso, y ya está bien, no puede continuar el blanqueamiento mediático a la ultraderecha. Los demócratas no podemos debatir con ellos como si fuera una opción política normal.

Ausentarse de los debates, ¿no es perder la posibilidad de confrontar argumentos con Vox?

A mí los debates me han gustado siempre, y siempre he dicho que deberían ser obligatorios. Pero por encima de cualquier cálculo electoral hay una cuestión de principios: debatir con una ultraderecha que no condena amenazas de muerte y que las pone en duda es estar blanqueando y normalizando una opción que va contra la democracia.

Ha criticado que no haya detenciones por el ataque a la sede de Podemos en Cartagena. ¿Cree que las fuerzas de seguridad están haciendo todo lo posible para esclarecerlo?

Tenemos la obligación de confiar, y a los policías que protegen a mi familia no solo tengo que agradecerles su profesionalidad, sino además un trato y una calidad humana impecables. Pero hay cosas que no se comprenden. A mí me dolió en el alma ver a un funcionario de las Unidades de Intervención Policial haciéndose una foto con Miguel Frontera, que tiene una orden de alejamiento por acosar a mi familia. Creo que no se entiende que no hayan detenido a nadie después del ataque con cócteles molotov a nuestra sede en Cartagena. Y defender a la policía y las fuerzas de seguridad es alertar de la infiltración de grupos antidemocráticos de ultraderecha en esos cuerpos.

Es decir, que no cree que estén haciendo todo lo posible.

Yo no puedo decir eso por mi responsabilidad política, pero creo que hay una cierta alarma en la sociedad, que percibe impunidad. Hay gente que tiene la sensación de que no se actúa igual con unos y con otros, y creo que se entiende que puedan tenerla.

Usted vincula estas amenazas a "la ultraderecha". ¿Tiene Vox responsabilidad?

Lo que ellos y los portavoces mediáticos de la ultraderecha han ido señalando es lo que ha servido de base para esas amenazas. Vox y el PP ha repetido un bulo: "Iglesias es el responsable de la muerte de los ancianos", algo que es terrible después de lo que vimos en la Comunidad de Madrid, con las órdenes de no trasladar a ancianos a los hospitales. Nosotros llevamos recibiendo acoso en casa más de un año. Y esto es lo que ha normalizado el discurso de odio de la extrema derecha.

El PP puso un tuit celebrando su salida del debate que después borró. Pablo Casado después condenó tajantemente las amenazas. ¿Qué versión se cree?

El gesto reflejo del PP ha sido decir lo que piensa, que en esto no se diferencia de la ultraderecha: "Vete de España, lárgate de aquí y deja de hacer política". Creo que algunos de sus jefes se han dado cuenta de que se está produciendo una movilización democrática sin precedentes y que pueden perder el poder en Madrid. Se han dado cuenta de que estas elecciones van de democracia contra la ultraderecha, con las implicaciones que eso tiene. Y creo que han intentado, de forma muy poco creíble, tomar distancia.

Pese a sus críticas a la presidenta Ayuso, las encuestas le dan un resultado excelente. ¿Ha hecho algo mal la oposición?

Muchas cosas. La izquierda perdió Madrid por no ir unida. Se han cometido errores evidentes en el pasado, pero no quiero detenerme en ellos porque no toca que haya puyitas ni críticas entre las opciones de izquierdas. Pero la agresividad que estamos viendo en los últimos tiempos tiene que ver con que saben que podemos ganar y que cada vez estamos más cerca.

Gabilondo dice que no lo querría en un Gobierno presidido por él. ¿Para usted es irrenunciable que Unidas Podemos estuviera en una coalición?

No tiene ningún sentido repartir cargos antes de ganar. Dicho esto, la época en la que un partido podía decir que tiene todo el poder terminó, porque los ciudadanos acabaron con el bipartidismo. Para gobernar en solitario hay que tener mayoría absoluta, y esto lo sabemos todos y está hablado con el PSOE.

O sea, que no se cree a Gabilondo.

Creo que ya he sido muy claro, no voy a entrar en reproches con candidatos progresistas.

Tras el impulso inicial que supuso su candidatura, las encuestas reflejan un estancamiento de Unidas Podemos ¿su campaña está funcionando?

Nosotros tenemos otros números. Las encuestas se han convertido en un dispositivo performativo para tratar de fijar la realidad antes de que la gente vote. Han pasado muchas cosas en estos siete años como para desconfiar de ellas, y el viernes cambiaron muchas cosas: el hecho de que las fuerzas políticas de izquierdas se sumaran a nuestro planteamiento cambia las cosas. Que nadie crea que el resultado está hecho.

"Se está produciendo una movilización democrática sin precedentes y el PP puede perder el poder en Madrid"

Si hubiera un Gobierno progresista tras el 4-M sería para una legislatura de apenas dos años. ¿Cuáles tendrían que ser sus prioridades?

Dos años es muchísimo tiempo en política. Para revalidar dentro de dos años el Gobierno se tiene que notar que gobernamos en una dirección completamente distinta a la de la derecha. Hay dos prioridades evidentes: sanidad y educación.

¿Qué hay que hacer con la educación concertada?

Asumir que la prioridad tiene que ser la pública. La educación privada tiene toda la legitimidad del mundo, pero no pretenderá usted que el dinero público financie escuelas que segregan por sexo o educan en valores diferentes a los que tienen que estar en la educación pública cuando las escuelas públicas se caen a cachos o hay niños estudiando en barracones.

¿Pero eso qué implica? ¿No dar más conciertos? ¿Terminar con los que ya existen?

Para empezar, implica aplicar la ley educativa para algo muy evidente: ni un euro a las escuelas concertadas que segreguen por sexo.

En Madrid no solo hay ese tipo de conciertos. De hecho, hay mucha gente que lleva a sus hijos a la educación concertada porque es la que hay en su barrio. ¿Qué pueden esperar esas personas?

La clave es que haya una oferta de plazas públicas suficientes. Soy consciente de que esto no se hace en dos semanas, implica mejorar la dotación de la pública y que nadie que quiera optar por ella se vea en la situación de no tener esa opción, que es básicamente lo que ha construido el PP, que ha querido convertir la segregación económica y el adoctrinamiento ideológico en norma.

¿Qué medida sanitaria considera prioritario tomar en Madrid contra la Covid?

La financiación. Nosotros proponemos 1.000 millones para Sanidad porque la atención primaria es un problema fundamental para luchar contra la Covid, y por eso proponemos contratar a muchos miles de profesionales. Si algo ha hecho vulnerable a nuestra comunidad con respecto al virus es que la atención que se produce en primera línea no está funcionando bien, así como las condiciones de precariedad de los profesionales.

¿Qué hay que hacer con el hospital Zendal, con el que ustedes han sido tan críticos?

Pues ya que está construido, hay que convertirlo en un hospital. Y para eso hacen falta profesionales sanitarios y medios.

¿Ahora mismo no es un hospital?

Es lo que dicen los profesionales sanitarios, que no cuenta ni con medios humanos ni técnicos suficientes para ofrecer la seguridad y las prestaciones sanitarias que debe tener un hospital.

¿Cree que el plan de vacunación está funcionando bien?

El último dato del Ministerio de Sanidad revela que la Comunidad de Madrid es la tercera por la cola en porcentaje de vacunados en relación a la población. El proyecto político del PP en la Comunidad de Madrid es utilizar la pandemia para hacer caer al Gobierno de coalición a nivel estatal.

¿Y cómo se arreglan esos problemas en el plan de vacunación a corto plazo? Porque para contratar más personal hace falta tiempo.

Lo fundamental es tener una Consejería de Sanidad con buenos profesionales. Lo que se ha hecho en otras comunidades que tienen buenos datos, ¿por qué no vamos a poder hacerlo aquí?.

Apuestan por revertir la privatización de determinados servicios de los hospitales. ¿Es posible hacerlo con los contratos que existen?

Es necesario, y el derecho tiene muchas posibilidades. Cualquier administración está obligada a respetar los contratos, pero existen mecanismos jurídicos para proteger el interés general. No es aceptable que la Comunidad de Madrid sea la que menos invierte en relación al PIB de toda España, ni es aceptable que la mayor parte de los hospitales de la Comunidad de Madrid sean privados o con servicios externalizados, porque esto pone en riesgo la salud de los ciudadanos.

Pero ustedes ya gobernaron en el Ayuntamiento de Madrid, hicieron bandera de la reversión de la privatización del servicio de basuras, y finalmente eso no se pudo hacer porque el contrato estaba blindado.

En Alcorcón, donde gobernamos y donde uno de nuestros candidatos, Jesús Santos, es teniente de alcalde, se ha remunicipalizado el servicio de basuras. No es fácil, pero hay mecanismos para proteger el interés general.

El señor Gabilondo insiste en que él tampoco hubiera cerrado bares y restaurantes si fuera presidente. ¿Qué restricciones cree usted que debe tener la hostelería?

Lo que necesitan los hosteleros es ayudas directas, y Ayuso les ha dado cero euros: les ha pasado la mano por la espalda, les ha dicho "sois los mejores", pero cero euros. Nosotros les hemos dado 7.000 millones, y a través del mecanismo de los ERTE hemos protegido a 500.000 empresas, muchas de ellas restaurantes y bares que han permanecido abiertos gracias a que un ministerio gestionado por Yolanda Díaz ha activado ese mecanismo.

¿Pero hacen falta nuevas restricciones?

Hay que hacer caso a lo que digan las autoridades sanitarias, pero la Comunidad de Madrid aplicó restricciones en los barrios trabajadores, en otros sitios no. Y yo creo que esto la gente de barrios como en el que yo he crecido y en el que vive mi madre, en Vallecas, lo tiene clarísimo.

¿Qué le parece la afirmación del señor Gabilondo de que, al menos durante los dos próximos años, no hay que subir impuestos en Madrid?

Esto quedó clarísimo en el debate de Telemadrid: Gabilondo me dijo "estoy totalmente de acuerdo con usted" y luego no explicó por qué subir impuestos después sí es necesario y ahora no. Esto es un clásico en nuestra relación con el PSOE.

¿Qué impuestos quieren subir y a quiénes?

El impuesto de patrimonio por encima de un millón de euros excluida la vivienda habitual por hasta 500.000 euros. No son muchos. Y también decimos que quien tenga una herencia de más de un millón de euros no se le bonifique, y que algunas bonificaciones no se apliquen a quien herede más de medio millón de euros. Pero además proponemos bajar el IRPF a los autónomos y a los trabajadores que cobren sueldos más modestos. El debate no es subir o bajar impuestos, sino a quién se los subes y a quién se los bajas.

Si suben los impuestos, ¿no se marchará la inversión?

Madrid es la región más desigual con unos datos escandalosos…

Pero es la más rica también.

Claro, lo que pasa que la desigualdad afecta mucho. Le pongo un ejemplo: la derecha anunció el apocalipsis y dijo que iba a colapsar la economía si el salario mínimo era de 950 euros. ¿Ahora quién lo critica? Esta doctrina de que si hay unos impuestos razonables y acordes con la Constitución va a ser el colapso económico no es verdad. Las empresas, para invertir, necesitan capacidad de consumo.

Ustedes proponen que la ley estatal recoja un marco para que las comunidades puedan regular precios del alquiler…

No es una propuesta, si me permite, es un acuerdo firmado por Pedro Sánchez y por mí.

Pero, si finalmente no lo consiguen en la negociación con el PSOE, ¿Madrid tiene otros instrumentos para atajar el problema de la vivienda?

Vamos a tener el marco jurídico para regular precios, y no porque yo sea un optimista, sino por la correlación parlamentaria. Una ley de vivienda que no regulara los precios del alquiler solo podría salir con un acuerdo del PSOE y el PP, y ya le digo yo que el PSOE no se puede permitir un acuerdo con el PP. La negociación va a ser dura, pero en este caso, y por eso era tan importante reforzar el bloque de legislatura con fuerzas de izquierdas, esto va a terminar ocurriendo. Dudo que nos den esa victoria antes de las elecciones, pero le aseguro que ocurrirá.

Más allá del tope a los precios del alquiler: ¿qué más medidas se pueden tomar desde la Comunidad de Madrid para atajar el problema?

Las mismas que se han tomado, por ejemplo, en Barcelona, que han sido enormemente eficaces.

¿Y cuáles son? ¿Se plantean expropiar el uso de pisos vacíos a grandes propietarios, como ha ocurrido en Baleares?

Me parece una medida que tenemos que estudiar, claro que sí, si se dan determinadas condiciones. No tiene sentido no poner ninguna dificultad a los grandes propietarios si las tienen vacías.

¿Y afectarían este tipo de medidas a quienes tienen uno o dos pisos alquilados?

Jamás. Nosotros cuando hablamos de grandes propietarios hemos llegado a asumir en la negociación con el PSOE que se les considere así a partir de diez viviendas. En un porcentaje amplísimo de los casos eso son fondos buitre o inmobiliarias.

¿Se compromete a estar toda la legislatura en la Asamblea de Madrid si no logra alcanzar el Gobierno regional?

Estaré donde me coloque la gente. Pero permítame que ahora esté pensando en ganar y gobernar.

¿Cuál va a ser su papel dentro de Podemos ahora que ha dejado el Gobierno y que ha elegido como próxima candidata a Yolanda Díaz?

Estoy a las órdenes de Yolanda Díaz, que es un liderazgo a nivel nacional que nos puede hacer ganar las elecciones. Mi rol va a ser distinto, me queda un tiempo como secretario general en el que tengo que empujar una transición que ya se está produciendo. Y cuando yo termine mi periodo en la Secretaría General, tendrán que ser sobre todo compañeras las que asuman el liderazgo.

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