Jorge Sanz apoya a su hijo Merlín, que padece fibrosis quística, en su deseo de ser especialista de cine

El actor Jorge Sanz, en un evento el pasado mes de abril.
El actor Jorge Sanz.
GTRES
El actor Jorge Sanz, en un evento el pasado mes de abril.

Jorge Sanz ha vivido la experiencia de la paternidad en tres ocasiones y cada una ha sido notablemente diferente a la anterior. A sus 51 años, el actor no se oculta al explicar que a su primera hija, Marta, de 30 años, la conoció cuando esta alcanzó la mayoría de edad, algo que achaca a su mala conducta y su juventud: "No hay un día que no me arrepienta de no haber reaccionado a tiempo".

En una de sus últimas apariciones públicas, el intérprete habló sin tapujos de cómo está siendo su vida tras dejar atrás algunas adicciones: "No hay que tener vergüenza ni nada, cuando uno necesita ayuda, la pide".

En el año 2002 Merlín, tercer hijo del actor, a quien considera su "ojito derecho" y que cumplió la mayoría de edad el pasado mes de septiembre, llegó al mundo. Con él ha tenido una fuerte conexión, pues nació con fibrosis quística, una enfermedad genética que afecta, principalmente, a los pulmones y al sistema digestivo. Además, en 2019, falleció Paloma Gómez, madre del joven y expareja de Sanz, a causa de un cáncer.

Hace seis años nació Lope, fruto de su relación con Aurelie Domínguez, a quien considera la mujer de su vida: "Gracias a mis hijos y a Aurelie, que me han salvado la vida. Intenté casarme con ella dos veces, pero al final no pudo ser. Ahora estoy en ello", explicó a una entrevista para ¡Hola!

El actor, además, ha agregado en la conversación con el citado medio que su hijo Merlín pretende seguir los pasos de su padre y de Resines, íntimo de Sanz, pero más enfocado a ser especialista de cine, algo para lo que lleva años preparándose. "Llega a prenderse fuego sentado, que es una de las cosas más difíciles. También se tira de 22 metros de altura. Se ha ganado el respeto de los compañeros y de los especialistas veteranos", comentó Jorge.

Merlín, que siempre ha acompañado a su padre en los rodajes y las giras de teatro, quiere ahora dar sus primeros pasos en el mundo del espectáculo: "Desde pequeño hago mucho deporte y se me da bien. Me gusta mucho el mundo del espectáculo en el que trabaja mi padre, pero no quería ser actor porque me da un poco de vergüenza", narraba el joven.

Su padre, por su parte, tiene claro que solo quiere que su hijo sea feliz y se dedique a algo que realmente le guste. Sin embargo, la actividad física que requiere el trabajo de especialista de cine no es fácil de llevar con la fibrosis quística que padece. "Tiene doble trabajo y doble concienciación. La verdad es que es un chaval admirable, por su nivel de superación y de no tener vergüenza de dar a conocer la enfermedad", reconocía Jorge Sanz.

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