El día después de la reapertura del Suez: 65.000 contenedores camino de España y temor a una "segunda ola" de la crisis

Grúas en el Puerto de Valencia.
Grúas en el Puerto de Valencia.
Kai Försterling / EFE
Grúas en el Puerto de Valencia.
Grúas en el Puerto de Valencia.

El día después de la crisis en el Canal de Suez tiene una cifra: 65.000 contenedores que esperan pasar por la vía marítima, reabierta este lunes tras casi una semana bloqueada, camino de los puertos españoles.

Puertos Españoles ha confirmado a 20minutos que esa es la cifra de contenedores a bordo de buques que esperan este martes su paso por el canal, que la semana pasada se quedó bloqueado por el encallamiento del Ever Given, trastornando el comercio mundial.

Jordi Espin Vallbona, secretario general de Transprime, la asociación española de empresas cargadoras, y policy manager de transporte marítimo en el European Shippers’ Council, ha explicado a 20minutos que un carguero tarda unos seis días en llegar a España desde que sale del canal, por lo que se podría empezar a notar un aumento en el tráfico en los puertos españoles a partir de la semana que viene. 

A ello se debe sumar los que finalmente decidieron hace tres o cuatro días dar la vuelta y llegar a Europa a través del Cabo de Buena Esperanza, que estarían llegando a las costas españolas por las mismas fechas.  

No está claro cómo va a gestionar Egipto el tráfico para dar salida a esta gran retención y en qué orden pasarán los barcos. El directivo de Transprime indica que lo lógico es que primero pasen las naves pequeñas, con menor calado y por tanto menos riesgo de encallar.

Ello al menos mientras las autoridades aseguren un buen dragado que permita el paso seguro de los grandes portacontenedores. También se prevé que tenga prioridad la carga de productos perecederos y animales vivos.

Preparados para una "avalancha"

Ya el viernes pasado, tres días antes de reabrirse el canal, la Autoridad del Puerto de Valencia había manifestado que sus preocupaciones se centraban en la posible "avalancha" de cargueros que llegaran al país tras la reapertura, y avisó de que estaba preparado un operativo especial. El puerto ha ampliado el horario de apertura y cierre para la entrega de contenedores vacíos y de importación.

Rafael Egea, presidente de Coordinadora en el Puerto de Valencia, perteneciente a la  Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios,, ha señalado a 20minutos que a día de hoy no tienen noticias de una "avalancha de barcos" pero que, en todo caso, no será un aumento relevante en el puerto, donde trabajan 1.500 estibadores fijos, 450 eventuales y hay cerca de 40 grúas. 

"La estiba está preparada para atender este tipo de incidencias, no va a ser algo excepcional", señal Egea. "Es bastante común que haya un incremento en el trabajo y nuestro sistema está preparado para posibles subidas y bajadas".

En la misma situación está el Puerto de Algeciras, uno de los principales en España y solo por debajo de Valencia en volumen de contenedores. Aquí hay 1.770 estibadores fijos y 400 eventuales de una ETT externa, que trabajan las 24 horas en cuatro turnos. Entre las dos terminales del puerto suman 24 grúas.

Tanto en Valencia como en Algeciras, los portacontenedores grandes tienen prioridad. Los trabajos de descarga dependen de varios factores, pero no suelen tardar más de 36 horas.

Manuel Cabello, estibador de ese puerto y coordinador de la zona andaluza de la Coordinadora, confirma a 20minutos que en los puertos andaluces tampoco hay ningún plan especial, pero que hay capacidad suficiente para absorber el trabajo extra que se pudiera producir.

"En una semana normal de trabajo, sin muchos altibajos, la media de contenedores que movemos a la semana ronda los 60.000"

"En una semana normal de trabajo, sin muchos altibajos,  la media de contenedores que movemos a la semana ronda los 60.000, así que la estiba está preparada para lo que venga", señala. "Y si se nos requiriera algún esfuerzo extra, no dudaríamos en poner los trabajadores todo de nuestra parte".

De hecho, no se ha notado en Algeciras un descenso en la actividad por el bloqueo del Suez. El primer trimestre del año suele ser un periodo de menor actividad, en parte debido al Año Nuevo chino, en el que la actividad industrial del gigante asiático cierra durante varios días.

Saltarse los puertos españoles

Espin, de Transprime, indica que más que los retrasos por el bloqueo del Suez, el problema es el "apagón informativo" al que las navieras someten a las empresas cargadoras, que no tienen manera de saber dónde está exactamente su contenedor. 

Otro asunto en el que a día de hoy no hay datos es si las navieras van a reprogramar o no sus escalas en los puertos españoles. Una potestad (llamada blank sailing en el sector) que permite a estas empresas saltarse algunos puntos en su ruta para compensar los retrasos que hayan tenido, y que ahora se prevé sea usada para minimizar el efecto de seis días detenidos a las puertas del canal. "Tienen que informar cómo van a reprogramar, y aquí también hay un apagón informativo", comenta

Cuando un barco sale, explica Espin, tiene una programación sobre cuándo va a llegar a cada puerto en su ruta. "Pero a veces y sin que sea culpa de las navieras, hay retrasos, porque haya problemas en un puerto, se estropee una grúa o haya mal tiempo. Si un barco sale de China a Róterdam con 30 paradas en su trayectoria, que son muchas, si no se cumple el horario programado van acumulando retrasos". Al final, la naviera decide saltarse algunos puertos para llegar a tiempo al destino principal.

En los últimos dos años, estima, las navieras han reprogramado y cancelado hasta un 20% de sus escalas. "Priorizan algunos puertos que, por la carga que llevan, son más importantes, y evitan otros".

Segunda ola

Sin embargo, lo que más preocupa al sector de empresas cargadoras "es la segunda ola de este tsunami, que va a ocurrir en el mes de abril y mayo", agrega Espin. Las cargadoras se preparan a que, después del agolpamiento de barcos, se produzca en abril y mayo una contracción de la oferta de transporte de hasta un 30%.

Y es que, tras el colapso por la reapertura por el canal, Transpime teme que las navieras limiten la salida de buques durante abril, mayo e incluso junio, para compensar las pérdidas por el tiempo que estuvieron detenidas. "Es como cuando estás esperando el autobús", ejemplifica Espin. "Si no circulan autobuses porque está el tráfico cortado, van a venir seis de golpe, pero después vas a tener que esperar mucho a que pase otro".

Tampoco sobre esto hay mucha información por parte de las navieras, poniendo en aprietos a los exportadores españoles, que tendrán que pensar en modos alternativos para llegar a Asia, ya sea por aire o por tren a través de la nueva Ruta de la Seda. Opciones que son más caras que el barco.

Espin cree que las navieras deberían actuar de una forma responsable e invertir para que una posible contracción en la oferta no afecte tanto a los clientes.

"Deberían invertir para que los efectos de contracción que pudiera haber a partir de abril, mayo o junio sean los mínimos", señala. "Si no lo hacen, querrá decir que aún están enfocadas solo en ganar dinero; si lo hacen, darán buen servicio a sus clientes".

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