Conejos, liebres o canguros son algunas de las especies de animales que se desplazan mediante saltos. Sin embargo, la cría selectiva de conejos ha dado lugar una extraña mascota cuya manera de saltar ha desconcertado a muchos.

Se trata del conejo sauteur d'Alfort (saltador de Alfort), que no salta ni camina como los demás de su especie. A diferencia del resto de conejos o liebres, el sauteur d'Alfort eleva sus patas traseras y emplea las delanteras al caminar, como si estuviese haciendo el pino.

Una nueva investigación publicada en la revista PLOS Genetics ha tratado de comprender mejor la genética del salto de los conejos estudiando para ello a esta inusual raza.

En este nuevo estudio, los investigadores criaron 52 conejos fruto del cruce de un conejo sauteur d'Alfort macho con una sola hembra de la raza blanca de Nueva Zelanda, y posteriormente del cruce de la descendencia resultante.

Al secuenciar el genoma completo de los conejos, los científicos pudieron identificar la causa de este defecto del desarrollo. Se trata de una mutación específica en el gen del receptor huérfano B (RORB), que proporciona instrucciones a las células de los mamíferos para que puedan crear ciertas proteínas.

Habitualmente, la proteína RORB se encuentra en muchas regiones del sistema nervioso del conejo, pero esta mutación conduce a una fuerte disminución en el número de neuronas en la médula espinal que producen RORB. 

Este cambio es responsable de la extraña forma de caminar del conejo sauteur d'Alfort, por lo que el gen RORB sería el que permite a los conejos moverse y saltar de esa forma, concluyen los autores.