Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para esclarecer si se han seguido los protocolos internos a la hora de disparar proyectiles de foam durante las protestas contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel en Cataluña. Se cree que fue precisamente uno de estos proyectiles el que hirió gravemente a una joven de 19 años durante las protestas del martes, hasta el punto de hacerle perder un ojo.
Los Mossos dispararon 300 proyectiles de foam el martes y 120 más el miércoles en Cataluña. Esto suma un total de 420 disparos en 48 horas, una actuación que el cuerpo ahora está estudiando si se hizo de la forma “correcta y adaptada a los procedimientos internos”, según ha informado este jueves el comisario Joan Carles Molinero este jueves durante una rueda de prensa del Departament d'Interior.
“Ya estamos trabajando para conocer la trazabilidad de los lanzamientos, los informes forenses. Requerirá unos días de elaboración”, ha explicado el comisario, quien también ha destacado que este tipo de informes se realizan “siempre” que se utiliza este tipo de armamento policial.
Prohibido disparar a la cabeza
Estas balas de foam son las sustitutas de las pelotas de goma, que se prohibieron en Cataluña en 2014, aunque esta norma afecta únicamente a los Mossos d’Esquadra y no a la Policía Nacional o a la Guardia Civil.
No obstante, los Mossos no pueden disparar estos proyectiles de foam por encima de la cintura por las graves lesiones que se llegan a provocar. Esta norma podría haber sido ignorada por algunos de los agentes que actuaron en las protestas, tal y como señala la organización en defensa de los Derechos Humanos Irídia.
Este jueves por la tarde el conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha pedido una revisión "urgente" del modelo de orden público de Cataluña en sede parlamentaria. Sàmper ha reconocido que "no se puede permitir" que una manifestación del siglo XXI acabe con una persona perdiendo un ojo.
El conseller ha opinado que es en el marco del Parlament donde se tiene que hacer el debate sobre el modelo que conviene en Cataluña y lo ha situado en la próxima legislatura. En este sentido, ha recordado el cambio que se hizo con las pelotas de goma.
El conseller Sàmper pide una revisión "urgente" del modelo de orden público porque "no se puede permitir" que una protesta del siglo XXI acabe con la pérdida de un ojo
Segundo día de protestas: 33 detenidos y 12 heridos
La segunda jornada de protestas en distintas ciudades españolas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel se ha saldado, en el caso concreto de Cataluña, con un total de 33 personas detenidas y 12 atendidas por el Servicio de Emergencias Médicas (SEM).
Por municipios, han habido 12 detenidos en Barcelona, 14 en Lleida, 5 en Girona y 2 en Tarragona. En cuanto a los heridos atendidos por el SEM, 10 han sido en Barcelona -6 ciudadanos y 4 mossos-, un mosso en Lleida y otro mosso en Girona.
El juzgado de instrucción número 4 de Barcelona ha decretado prisión provisional sin fianza para uno de los detenidos este miércoles por la noche en Barcelona.
El juez ha enviado a prisión comunicada y sin fianza a uno de los detenidos en Barcelona
Del resto de detenidos en la capital catalana, que habían pasado a disposición judicial, y han quedado en libertad provisional con la obligación de comparecer cada dos semanas en el juzgado. La causa está abierta por delitos de desórdenes públicos, daños, atentado a la autoridad y lesiones.
Marchas pacíficas que acaban en saqueos
En todos los casos, las protestas se iniciaron de forma pacífica y fueron grupos minoritarios los que "aprovecharon para destrozar las ciudades". Según los Mossos d'Esquadra, se trata de grupos más o menos organizados que "utilizan la presencia de muchas personas en la calle para infiltrarse y producir daños, desórdenes públicos y ataques a las líneas policiales".
"Utilizan la presencia de muchas personas en la calle para producir desórdenes públicos y ataques a las líneas policiales"
De hecho, el comisario Molinero ha apuntado que, cuando comienzan los saqueos y los incendios, "una gran parte" de los manifestantes se marcha y son estos grupos minoritarios los que se quedan en las calles protagonizando los incidentes.
Durante los disturbios de este miércoles en Cataluña se quemaron 135 contenedores y nueve vehículos, y tres vehículos más sufrieron daños importantes. Además, grupos violentos entraron en un concesionario situado en la calle Diputació con Rambla Catalunya (Barcelona), donde reventaron la puerta principal y destrozaron algunos coches.
Los encapuchados también llegaron a entrar en el hotel de lujo Mandarín Oriental de Passeig de Gràcia. Por el contrario, la policía sí consiguió evitar que accedieran al edificio de la Borsa de Barcelona. Según informan Mossos, fueron neutralizados por agentes de ARRO y la BRIMO.
La pandemia aviva la ira de los manifestantes
Si bien el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel -condenado a nueve meses de prisión por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona- es el motivo oficial de las manifestaciones, la policía sospecha que esto no es más que "la gota que ha colmado el vaso".
Así, se intuye que los protestantes que actúan de forma violenta podrían hacerlo, entre otros factores, por una fatiga pandémica que asola a la población, tras casi un año de restricciones por la Covid-19.
"Nos preocupa que estas protestas violentas sean fruto de otras variables. Lo que hemos visto estas últimas horas no es normal", ha dicho el director general de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer.
"Nos preocupa que estas protestas violentas sean fruto de otras variables. Lo que hemos visto no es normal"
En este sentido, Ferrer ha reconocido que "hay un agotamiento en la sociedad" y ha apuntado que se analizarán las múltiples variantes que llevan a cierta parte de la población a "tener esta reacción, que no puede ser tolerable".
Este jueves hay convocadas más manifestaciones contra el encarcelamiento de Pablo Hasel. En el caso de Barcelona, la concentración está convocada en la plaza Tetuán a las 19:00 horas.
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