Casado aprovecha las confesiones de Bárcenas para romper del todo con la herencia de Rajoy

Mariano Rajoy y Pablo Casado, en la convención del Partido Popular.
Mariano Rajoy y Pablo Casado, en la convención del Partido Popular.
Chema Moya / EFE
Mariano Rajoy y Pablo Casado, en la convención del Partido Popular.

Pablo Casado dice estar "harto" del caso Bárcenas y del "terrible" coste electoral que provoca en su partido. Bajo esa premisa, el presidente del PP insiste en un camino que lleva tiempo dibujando: el Partido Popular de ahora no es el de antes. Con un juego de palabras como este se puede uno imaginar que la actual dirección busca despegarse del todo, hacerse fuerte e independiente frente a los casos de corrupción que implicaron a la formación en el pasado. Casado, por eso, puede usar las confesiones de Bárcenas para desligarse del todo de la herencia de su predecesor, Mariano Rajoy.

El primer golpe que asestó Bárcenas al PP fue al decir que había negociado con la dirección actual del partido, algo que se han apresurado a negar desde Génova. El foco se ha puesto sobre el responsable de Justicia de los populares, Enrique López. Este lo ha negado y Casado se ha subido a ese barco y ha asegurado al respecto que "no ha habido ninguna negociación" con el extesorero.

Para el líder de la oposición, además, tampoco cuadra otra de las peticiones de Bárcenas: un careo con Mariano Rajoy. "Sería un circo", sentenció Pablo Casado a este respecto. "Si no tiene pruebas, si no ha podido acreditar en 10 años ningún tipo de culpabilidad, si ya ha habido una testifical que hizo que cayera un Gobierno... ahora, hacer un cara a cara, ¿para qué?", se preguntó. Ahí se sitúa otro de los mensajes. Para Casado, el PP está levantándose de un golpe que recibió en la época de Rajoy. "No me va a temblar el pulso", aseguró en lo referente a nuevas dudas sobre corrupción que puedan aparecer.

"La actual dirección nacional del Partido Popular nunca ha hablado con delincuentes y actuará legalmente contra cualquier infundio o calumnia de estrategias procesales que permiten mentir y difamar", expresaron fuentes de la formación en su momento, y fueron rotundos: "Hace dos años los afiliados renovaron en primarias a sus representantes para pasar página de una etapa que no reconocen como parte de la historia de un partido fundamental para España, sino de las actuaciones de las personas que determine la Justicia, y que ya no tienen responsabilidades políticas por decisión de la actual dirección". Es decir, Casado no es Rajoy.

Pero la cosa no se ha quedado solo en el asunto Bárcenas. En plena campaña de las elecciones catalanas del 14-F, Casado ha revelado que decidió personalmente no comparecer ante los medios el 1 de octubre de 2017 como portavoz del partido por estar en desacuerdo con el método usado por el Gobierno para hacer frente a la celebración del referéndum. "Lo que se estaba viendo en la televisión era algo que, en mi opinión, se tenía que haber evitado", ha dicho en una entrevista en RAC1.

Esos movimientos le sirvieron múltiples críticas al Gobierno de Rajoy en su momento, y Casado deja caer que él no hubiera seguido la misma estrategia. Cabe recordar que el 1 de octubre de 2017 compareció el propio Rajoy, arropado, entre otros, por su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría -rival de Casado en las primarias-, y los ministros Alfonso Dastis e Íñigo Méndez de Vigo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento