Enjuiciadas la madre y la hija acusadas de agredir a agentes de la autoridad cerca de la casa de Iglesias y Montero

Pablo Iglesias e Irene Montero han presentado una denuncia ante la Comisaría especial del Congreso por un presunto delito de incitación al odio y a la violencia contra sus tres hijos; Manuel, Aitana y Leo. El vicepresidente y la ministra han aportado mensajes de Twitter de dos usuarios amenazando a los pequeños.
Pablo Iglesias e Irene Montero, en una imagen de archivo.
Pablo Iglesias e Irene Montero han presentado una denuncia ante la Comisaría especial del Congreso por un presunto delito de incitación al odio y a la violencia contra sus tres hijos; Manuel, Aitana y Leo. El vicepresidente y la ministra han aportado mensajes de Twitter de dos usuarios amenazando a los pequeños.

El Juzgado de lo Penal número 17 de Madrid ha juzgado este jueves a una madre y a su hija que no respetaron el perímetro de seguridad que la Guardia Civil había colocado en la vivienda de Galapagar donde residen el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.

La Fiscalía imputa a la madre un delito de desobediencia y a la hija, un delito de atentado contra agentes de la autoridad y otro leve de maltrato de obra. Se solicita un año de prisión para la hija y otros seis meses para su madre.

La madre y la hija se habrían saltado el 30 de octubre de 2020 el cordón de seguridad de la casa de Iglesias y Montero. Ellas han declarado en el juicio que "no había ningún perímetro" y que "los agentes de la Guardia Civil las agredieron" desde el primer momento en que se acercaron a la zona a ver a unas amigas, sin que llamaran a la ambulancia cuando una de ellas se desmayó.

"Yo me quería ir y el agente no me dejó. Me pisó y me dio empujones", ha relatado Ascensión D. B. Durante su declaración ante la juez de lo Penal número 17 de Madrid. "Tuve miedo de los agentes", ha manifestado su hija. 

Frente a ello, los guardias civiles implicados en el altercado han narrado que las acusadas, vecinas de Galapagar, eran "asiduas" en las protestas que se realizan a las puertas de la residencia de Pablo Iglesias e Irene Montero y han explicado que se negaron a respetar el cordón de seguridad que conocían que se montaba al grito de 'bolivarianos' y 'Viva España', usando "la fuerza mínima imprescindible" para inmovilizarlas.

En su declaración, Ascensión D.B. ha relatado que sobre las 17.30 horas de ese día fueron a ver a unas amigas que residen en una vivienda situada en las proximidades de La Navata, zona donde se ubica la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero.

La acusada ya conocía el lugar de residencia del líder de Podemos y de su familia en Galapagar al contar con varias multas y sanciones por incidentes en el mismo lugar, siendo una de ellas por destrozo de mobiliario urbano. "En el coche ya veo a mis amigas que están con dos guardias civiles y uno está tirándola del brazo. Me bajé rápido del coche y no llegué a ellas. Me aparece un agente y me dice que están poniendo un perímetro y que me tengo que ir. Me empezó a pisar los pies y me empujaba", ha narrado.

"Tiraron a mi hija y la vi en el suelo boca abajo y ahí me asusté mucho"

Tras ello, su hija salió en su auxilio y comenzó una discusión con los agentes. "Tiraron a mi hija y la vi en el suelo boca abajo y ahí me asusté mucho", ha recordado con la voz entrecortada. "No había ningún perímetro ni ninguna valla", ha aseverado.

Su hija ha relatado que vio desde el coche que había un problema con su madre y salió a ayudarla al escuchar sus gritos. "A la que llegué me empezaron a empujar. Me dice que retroceda. Vi que intentaban empujar a mi madre y me empezó a empujar con el pecho y me tiró", ha explicado narrando que su madre se desmayó sin que los agentes llamaran a una ambulancia.

"No sabía si habían llamado a la ambulancia. Algún vecino me preguntó si necesitaba algo", ha agregado negando que agrediera a los agentes con un bolso. 

Una testigo ha contado que los agentes agredieron a sus amigas, algo que sin embargo no vio porque las arrinconaron en una estrategia para impedirlas ver el episodio que estaba pasando. Además, ha indicado que los agentes dejaron pasar a una vecina enfermera porque no habían llamado a la ambulancia.

La versión de los agentes

El guardia civil implicado ha indicado que "en ningún momento las golpeó" y ha explicado que su función era acompañar a las personas fuera del dispositivo de seguridad. "Observamos a dos personas que eran asiduas a las reuniones que sobrepasaron dos o tres veces el perímetro y se inició el dispositivo, indicándolas que se fueran. Nos increparon y gritaron 'bolivarianos' y 'Viva España', ha relatado indicando que trataron de saltar varias veces el perímetro.

Así, ha detallado que en un momento dado la hija hizo un ademán para darle a un compañero con el bolso, cayéndose al suelo. El agente ha comentado que la madre es asidua a las protestas que se realizan a las puertas de la casa del vicepresidente, apuntando que se la han impuesto varias sanciones. 

El guardia civil ha apuntado que ellas conocían que había un cordón de seguridad y ha insistido en que son "conocedoras" de los puntos marcados en la calle. 

El sargento responsable del dispositivo ha señalado que cuando llegaron al lugar ya estaban dos de las testigos, amigas de las acusadas, indicándolas que se debían de ir. "Nos llamaron bolivarianos", ha dicho a lo que una de las mujeres le ha señalado desde su sitio en la vista que "eso era mentira". "Ordené a los agentes que formaran una línea transversal para alejar a estas personas de la zona. Se les daba pequeños empujones para llegar al punto donde debían estar. A dos mujeres se las retira y a las acusadas, se las sitúa por otra calle", ha contado.

"Isabel se negaba a cumplir mi orden. Intentó darme con un bolso en la cara y en todo momento sin mascarilla con insultos", ha recalcado a lo que ha añadido que le agredió con patadas sin causarle lesiones siendo inmovilizada y advertida de que iba a ser detenida.

Informe de la Fiscalía

Las dos acusadas, según el relato de la Fiscalía en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, acudieron sobre las 17.30 horas del pasado 30 de octubre de 2020 a las inmediaciones de la zona donde tienen su residencia Iglesias y Montero. 

Así, cuando agentes de la Guardia Civil, "uniformados y debidamente identificados", se disponían a establecer el perímetro de seguridad ambas mujeres "mantuvieron una actitud de absoluto desprecio a la labor de los agentes, impidiéndoles el cumplimiento de la función encomendada, desobedeciendo de forma reiterada las indicaciones claras que los mismos les daban, en relación a que retrocedieran en la vía pública y despejaran el perímetro de seguridad".

Pese a las advertencias, según el escrito, la Fiscalía argumenta que, "lejos de deponer su actitud", madre e hija persistieron en su comportamiento "haciendo caso omiso a los reiterados requerimientos que los agentes les realizaban". De hecho, se aproximaron a los agentes gritándoles a escasos centímetros de sus rostros, "prescindiendo del uso de la preceptivas mascarillas" e incluso les propinaron golpes con las manos en el pecho "motivo por el cual, los agentes, tras informarles de las consecuencias legales de su comportamiento, comenzaron a avanzar con los brazos extendidos, empleando la mínima fuerza indispensable para desplazarlas y conseguir finalmente que despejaran la zona".

Sin embargo, en un momento dado, A. I. Q. D. trató de acceder de nuevo a la zona de seguridad "con la intención de aproximarse a la vivienda".

Allí fue interceptada por un agente "quien le cortó el paso, cayendo ésta al suelo, momento en que la misma, al tiempo que le decía "hijo de puta", intentó agredir con el bolso al agente en el rostro, golpe que éste esquivó, tras lo cual, la acusada le lanzó patadas que impactaron en las botas y tibias del citado agente, sin causar lesión alguna".

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