Cerrar o no la hostelería para preservar la salud a costa, tal vez, de la supervivencia del sector. Es el perenne dilema desde el inicio de la pandemia sobre el que ha vuelto a pronunciarse este jueves el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que ha asegurado que hay "una correlación muy clara" entre la clausura de estos establecimientos en una comunidad autónoma y la mejora en la evolución de sus datos.
"Son medidas controvertidas que tienen un impacto económico importante y que no son fáciles de tomar. Es cierto que, en las comunidades autónomas que en algún momento han optado por el cierre de la hostelería, se correlaciona muy bien ese momento con descensos importantes y sostenidos de la incidencia", ha defendido el epidemiólogo, que ha señalado que esas bajadas no se dan "de forma tan clara con otras medidas tomadas en periodos diferentes".
Asimismo, ha insistido en que la cuestión no es "el cierre específico de la hostelería, de los teatros o de las discotecas", sino la creación de "situaciones de riesgo de transmisión", que son las que se producen en ese tipo de establecimientos.
En este sentido, ha recalcado que estas situación de peligro "se pueden evitar si, a titulo individual", todos los ciudadanos aplican "las medidas adecuadas". "Lo que sucede es que cuando se está en el interior de los bares, por ejemplo, la gente no va a allí para estar sola en una esquina, va para departir con los amigos", ha resaltado.
"Incluso si se hacen aforos reducidos, un 30%, para que fuera efectivo, implicaría que las 20 personas que tienen que estar en el bar, estuviera cada uno en una esquina y la gente no va al bar para estar cada uno en una esquina", ha recalcado.
Y ha añadido: "Tenemos que ser conscientes de eso. No es el hecho de abrir o no abrir el bar, es el hecho de que incita a situaciones de riesgo".
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