La limpieza de grafitis de los vagones de Renfe en Cataluña le cuesta a la compañía 6,5 millones de euros anuales. Así lo ha afirmado la compañía ferroviaria este martes en una nota de prensa en la que han querido poner el foco a base de ironía sobre el elevado coste de limpieza de estas pintadas, que afectan a casi el 80% de los convoyes que circulan en Cataluña. 

Barcelona invierte casi 400.000 euros mensuales en eliminar grafitis

Renfe se ha hecho eco de un comunicado ficticio del colectivo grafitero en el que piden disculpas a los ciudadanos por sus actos vandálicos y se ofrecen a limpiar ellos mismos los dibujos. 

A pesar de la pandemia, el año pasado se pintaron 68.000 metros cuadrados de vagones, lo que equivale a que cada tren de los 200 de Rodalies que prestan servicio en Cataluña fueron pintados siete veces de media. Y lo que supone pintadas en casi el 80% del total de convoyes.

Renfe achaca a estas pintadas no solo un coste económico sino el derivado de los retrasos y cancelaciones en las líneas producto de estos actos incívicos que inutilizan los trenes y obliga a tenerlos en vía muerta más tiempo para ser acondicionados de nuevo.

La factura de la limpieza para Renfe fue menor en 2020 en comparación con 2019, cuando se tuvieron que destinar 8 millones de euros a las tareas de eliminación de los dibujos. En 2018 el desembolso fue mayor (10 millones de euros). 

En la disminución de los daños registrados el año pasado ha influido la bajada de la movilidad por la pandemia, que ha sido de un 40% de viajeros en el caso de la red ferroviaria dependiente de Renfe. La demanda de usuarios en los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) cayó un 48% en 2020.