Cuidados del jazmín: temperatura, tipo de riego y abono

Jazmín.
Jazmín.
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Jazmín.

El jazmín es una de las plantas más populares y con mayor presencia en los jardines, ya que es una planta que necesita pocos cuidados, resistente y muy agradecida, sobre todo, cuando llega la época de floración y despliega todo su color.

El jazmín es una planta rústica, lo que hace que sea fácil de cuidar gracias a su resistencia. Aun así, es necesario tener en cuenta una serie de cuidados que harán que esta especie crezca sana y fuerte.

En primer lugar, la luz es una de las claves para el crecimiento y floración del jazmín. Esta planta necesita mucha luminosidad, de hecho, es recomendable una exposición a pleno sol, aunque puede crecer también en lugar muy luminosos sin luz directa, tal y como indican desde Verdecora.

También la temperatura es importante. Los jazmines son originarios de climas cálidos, pero son capaces de soportar el frío, incluso, a temperaturas bajo cero. Sin embargo, esta planta agradece el calor y, si el frío es muy continuo, lo mejor es proteger la planta para evitar que se dañe.

En cuanto al riego, como sucede con muchas otras plantas, habrá que aumentar la cantidad durante los meses de primavera y verano, no solo porque es cuando más calor hace y menos humedad hay, sino también porque son los meses en los que se produce la floración. En esa temporada, habrá que regar cada dos o tres días.

Respecto al tema del riego, uno de los factores a tener muy en cuenta es el drenaje, es decir, evitar que la planta se quede encharcada o con exceso de agua, ya que esto es dañino para la gran mayoría de plantas y puede afectar a las raíces. 

Por último, también durante la época de floración es necesario prestar atención al abono, ya que necesitará una dosis al mes para poder ver la planta repleta de flores y ayudar a su crecimiento.

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